La razón es que cuatro coches están averiados y esperando la orden de reparación en el taller oficial de la marca a la que pertenecen. Al parecer, y según explicó el secretario provincial de AUGC, José Encinas, no hay suficiente presupuesto para afrontar estas reparaciones, a pesar de que en tres de los casos ésta no supera los 300 euros.
Además, de los dos vehículos que completan la decena -el vehículo radar que toma las fotografías y otro camuflado- uno de ellos está también parado por estar pendiente de pasar una revisión, indicaron desde la asociación profesional.
La antigüedad de estos vehículos no suele ser superior a los tres o cuatro años. Sin embargo, uno de los coches ha hecho ya más de 450.000 kilómetros, por lo que su puesta de baja del servicio es inminente. “Antes, lo normal era que se parasen una vez que llegasen a los 250.000 o 300.000 kilómetros”. Sin embargo, este año sólo un vehículo ha llegado a Tráfico, el del teniente que ejerce como jefe de destacamento.
Con esta carencia de vehículos, la unidad, compuesta por 54 agentes y que próximamente llegará hasta los 63, se ve obligada a salir con las motocicletas. Éstas, afortunadamente, están en buen estado, al menos en su mayoría, pero existe otro problema: la falta de cascos para los agentes que llegan nuevos a la unidad. Ello les obliga a salir en coche, pero con las carencias mencionadas.
Protesta
Desde AUGC pusieron énfasis en la “falta de previsión” presupuestaria para atajar este problema, y criticaron que al personal “no se le está dando el material necesario para ofrecer al ciudadano un servicio adecuado”.