Jerez cerró el pasado mes de julio con 60.916 empleados, 512 menos que cuando despidió el ejercicio 2018. El dato ofrecido por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social constata la sensación de parálisis que está viviendo el mercado laboral, que ha encadenado además siete meses consecutivos de caída de las contrataciones. El último dato negativo de empleo lo ha dejado el mes de julio, con 751 afiliados menos a la Seguridad Social. Esa cifra viene a sumarse a la que se había registrado en junio, cuando se destruyeron 270 puestos de trabajo. Junio y julio no suelen ser buenos meses para el empleo dado que en muchos sectores se reduce la actividad y viene siendo ya frecuente que determinadas empresas den de baja a sus trabajadores para evitar el pago del mes de vacaciones. El problema es que en esta ocasión esa pérdida de empleo se produce después de una primavera que no fue especialmente favorable para la economía local. Baste recordar que en mayo apenas se generaron 31 empleos netos y que en abril -que generalmente es un buen mes- perdieron su puesto de trabajo 31 personas. El caso es que el año camina en negativo después de varios ejercicios de recuperación de empleados. El único consuelo es que a estas alturas del calendario, en Jerez hay a pesar de todo 1.995 afiliados más a la Seguridad Social que hace justamente un año. De las 60.916 personas que se encontraban empleadas a final de julio, 10.073 cotizan por el régimen de trabajadores autónomos, 102 menos que en junio.
El volumen de autónomos es similar al registrado en marzo. Con todo, el colectivo se sigue moviendo en la ciudad en sus mejores números históricos. Caída de la contratación Por otra parte, Jerez está viviendo un insólito desplome de las contrataciones, habiendo encadenado ya siete meses consecutivos de descensos interanuales, algo que no ocurría desde los peores tiempos de la crisis económica. Entre enero y julio, las oficinas del SAE han registrado 70.385 contratos de trabajo, 4.026 menos que en el mismo periodo del año anterior, lo que se traduce en una caída del 5,41 por ciento. En julio pareció amortiguarse la caída, ya que apenas se contabilizaron 107 contrataciones menos que el año pasado (-1,01). Escaparon a este descenso los servicios y la industria. En el primero de estos sectores se tramitaron 7.884 contratos de trabajo, 117 más que en julio de 2018 (+1,50); mientras que en el segundo se registraron 677 altas, 15 más que el año pasado (+2,26).
Por el contrario, la contratación descendió en la agricultura (-133) y la construcción (-106). Los servicios acapararon el 75,59 por ciento de las altas, por delante de la agricultura (11,16), la construcción (6,75) y la industria (6,49). El 4,11 por ciento de las altas tuvieron carácter indefinido, experimentándose en este caso concreto un sensible repunte con respecto al dato de 2018. Por último, la contratación creció entre las mujeres (+6,84)y bajó en el colectivo masculino (-6,74).