Juan Meira llega este jueves a Roma tras un mes y 11 días rodando en su bicicleta plegable de “tres marchas y ruedas pequeñitas”, que se ha convertido en su fiel compañera de fatigas durante los 3.000 kilómetros que ha recorrido desde que el pasado 22 de agosto puso rumbo a Roma desde Jerez. Durante cinco semanas este joven jerezano ha pedaleado en favor de los enfermos de fibrosis quística en un reto solidario en el que se ha inspirado en su amiga Paz, que padece esta enfermedad, y que hoy junto a sus padres lo recibirá en la capital italiana.
A tan solo horas de superar la que hasta ahora es la aventura de su vida, y que ha disfrutado y también sufrido, primero solo y luego en compañía de su amigo Pedro, que se unió en Barcelona, el propio Meira admitía que “jamás” imaginó que este viaje tan especial se le haría “tan duro con una plegable”. Optó por desplazarse con la misma bicicleta con la que se mueve por Jerez para ir a trabajar para “para darle más emoción a la aventura. Para que todas las personas me ayudaran a ayudar a la investigación de la fibrosis quística y a darle visibilidad a la enfermedad...”. Y lo ha conseguido con creces e incluso unos días antes de lo previsto. Atrás quedan las noches durmiendo al raso, la última la del pasado martes, las caídas, el mal tiempo y las estampas inigualables de las que ha disfrutado también en su pedaleo junto a la costa francesa e italiana.
Juan no puede tenerlo más claro: “las historias vividas son incuatificables” en este viaje tan solidario inspirado en su amiga Paz. El cuentakilómetros llega a su fin pero aún se pueden hacer aportaciones en la campaña de recogida de fondos para la Federación Española de fibrosis Quística a través de la página web 2plega2.com, que ya ha recaudado más de 6.300 euros.
La enfermedad de la fibrosis quística es una patología hereditaria provocada por un funcionamiento deficiente de las glándulas exocrinas y que se caracteriza por presentar signos de enfermedad pulmonar crónica y disfunción del páncreas.
