Este Regimiento de voluntarios de la artillería real se creó en el año 1986. Inicialmente se trató de un cuerpo de defensa aérea, pero desde septiembre de 2008 se ha convertido oficialmente en un regimiento de artilleros, de cara a cubrir requerimientos operativos.
Este cuerpo cuenta en la actualidad con soldados desplazados en operaciones militares en Afganistán y Chipre y desde hace relativamente poco tiempo en Irak. Las tropas del Regimiento se encuentran permanentemente estacionadas en Edimburgo, Glasgow, Arbroath y Kirkcaldy, así como en el norte de las islas Shetland y en una batería del norte de Irlanda (Ulster).
La denominación común con la que se reconoce a este Regimiento Real de Artillería es Ubique (en todas partes), acompañado del lema por la lucha por los derechos y la gloria. El 105 Regimiento es el responsable de disparar los cañonazos reales en Edimburgo, Belfast y Stirling.
El oficial encargado de pasar revista a las tropas actuantes fue el segundo comandante de las Fuerzas Armadas británicas en Gibraltar, coronel Julian Lyne-Pirkis, antiguo artillero real.
Por su parte, la compañía gibraltareña de la batería Thompson, del Regimiento Real del Peñón, protagonizó la ceremonia de saludo de cañón en el Castillo de Edimburgo.
Fue la primera vez que el Regimiento se hizo cargo de estas salvas en escocia, ya que en las dos anteriores ocasiones que ha protagonizado esta ceremonia fuera del Peñón, ha sido en la Torre de Londres.
El oficial al mando del Regimiento, teniente coronel, John Perez, subrayó que este saludo representó la fuerte vinculación que existe entre Gibraltar y Escocia. Explicó que el RG es único entre los regimientos de infantería, en cuanto que ha evolucionado de unidad de artillería en la II Guerra Mundial pero mantiene el legado de los artilleros para lanzar salvas. Perez destacó que era un privilegio poder homenajear a la Reina en tan distinguida localización, siendo asimismo un honor el ser anfitrión del 105 Regimiento Real de Artilleros en Gibraltar.
A la ceremonia asistió ayer el ministro principal, Peter Caruana, quien viajó a Escocia para la ocasión. Caruana ofreció también un almuerzo en el salón Queen Anne del castillo.
