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Jerez

De la epidemia de la heroína de los 90 a la banalización del cannabis

Proyecto Hombre repasa la evolución del perfil del toxicómano desde su llegada a Jerez hace 25 años. Bononato alerta del repunte de las adicciones al alcohol, las sustancias y las nuevas tecnologías entre jóvenes y menores

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Proyecto Hombre cumple 25 años este 2016 de la apertura de su centro en Jerez con la mirada puesta en los menores y los jóvenes, los más vulnerables a las adicciones al cannabis y las nuevas tecnologías, y los adultos insertados en la sociedad (con trabajo y familia) pero con serios problemas con el juego y otras sustancias. Su preocupación por estos colectivos responde a la evolución que ha experimentado el perfil del toxicómano desde aquel 11 de febrero de 1991 en el que comenzó su andadura en Jerez.


Estas “bodas de plata” con la lucha por la prevención y la desintoxicación a las drogas ha venido acompañada de nuevos perfiles muy alejados del politoxicómano de los años 90, ligado a la “epidemia” de la heroína,  la delincuencia, el sida y a una mayor alarma social. Sin embargo, como precisó ayer el director de Proyecto Hombre Jerez, Luis Bononato, mientras que este grupo más desestructurado que tratan, en muchos casos procedentes de los centros penitenciarios, ha descendido notablemente, del 100% de sus inicios, al 81% del año 2000 hasta llegar al 46% actual, los otros “grandes grupos” han ido a más, ocupando la parcela que dejaron estos usuarios.


Así, Bononato habló del colectivo de los jóvenes entre 13 y 21 años -que enmarca en el denominado Proyecto Joven-  con problemas de comportamientos. Acusan situaciones de agresividad y fracaso escolar y abuso de las nuevas tecnologías, los videojuegos e internet por un uso inadecuado del móvil. Un tándem explosivo al que sus padres no saben hacer frente. “No saben qué hacer con sus hijos  ni tienen la mínima autoridad para decirle que acudan a un centro a tratarse”, señala. En estos casos en los que ahonda Bononato, la importancia de los programas de habilidades parentales destinados únicamente a los progenitores son fundamentales. En este grupo, además, el consumo de alcohol y cannabis va a más  “desde hace años” y desde edades más tempranas. Una realidad que inquieta y mucho a esta asociación y a la que no ayuda el que en las  encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) la droga o no aparezca o baje “hasta el décimo cuarto lugar”. “Esto hace bajar la alarma. La realidad es que el consumo se mantiene e incluso ha aumentado y cada vez viene más gente a tratamiento”, alerta.

La doble vida del siglo XXI
Para colmo, advierte, los “intereses” para vender el cannabis apelando, entre otras “barbaridades” a sus usos medicinales, que llevan a su “banalización” por una finalidad comercia tampoco contribuyen a ganar esta batalla. El otro “grupo” que ha desplazado al toxicómano tradicional es el de los adultos integrados en la sociedad con “buena relación” de cara al exterior pero que consumen alcohol, cocaína y tienen adicciones al juego. Estos nuevos perfiles de siglo XXI requieren tratamiento aunque “ambulatorio”, es decir, acuden al centro por las tardes para seguir manteniendo sus obligaciones estudiantiles y laborales. Destacable también es la subida de la demanda en las mujeres, que ha pasado de entre el 7 y el 9% de los 90, al 14% actual.

3.600 usuarios atendidos en 25 años

La delegada de Acción Social, Carmen Collado, junto con Bononato y el presidente de la Junta de Patronato de la Fundación Centro Español Español de Solidaridad Jerez,  Antonio Navarro, presentaron los actos del 25 aniversario de la apertura de Proyecto Hombre en Jerez bajo el lema ‘25 años creciendo juntos’.  3.600 usuarios atendidos en este tiempo dan fe de su labor.

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