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Jerez

“La experiencia en Londres fue increíble y salimos muy crecidos”

Polar Bears es un grupo jerezano formado por dos chicos jóvenes pero con mucha fuerza y ganas. A pesar de la corta vida del grupo aseguran que ya han tenido experiencias inolvidables

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El grupo jerezano Polar Bears, formado por Alejandro Fajardo, como vocalista y Francisco Gassin, a la guitarra, está a punto de sacar digitalmente un disco con dos agregados más, Joaquín Gassin, a la percusión, y Mario Salas, de tan sólo 16 años, al violín. La idea surge después de un concierto “increíble” en Damajuana, según describen los músicos. Fuerza y sobre todo ganas es lo que transmiten estos dos estudiantes de Publicidad y Relaciones Públicas, compañeros de clase pero más que nada compañeros de la pasión por la música, que comenzaron este proyecto juntos hace menos de dos años. Aprovechan cualquier rincón para ensayar y dicen ser definitivamente un grupo de directos, donde aseguran que el público disfruta mucho con sus canciones, “muy fáciles de escuchar y algunas también muy rítmicas”. Ya han pasado por ciudades como Londres y han vivido experiencias que les hacen seguir luchando por algo que ya han empezado a alcanzar: un hueco en el actual y complejo mundo de la música.

El grupo se formó en verano de 2012. ¿Cómo os reunisteis los componentes y decidisteis formarlo?
—Fran: en ese veranomi primo y yo grabamos una maqueta de unos temas. Fue un comienzo muy rapidito, así que en enero de 2013 yo dije, bueno, ya tenemos el repertorio listo así que vámonos de conciertos. Muy pronto conseguí un par de ellos pero cuando se lo propuse a mi primo le entró el miedo escénico. A Alejandro lo conocía de clase y sabía que cantaba, así que lo llamé corriendo y empezamos él y yo casi que de cero, otra vez a componer y sacamos un repertorio en apenas un mes. Nos pusimos un 14 de febrero, después de acabar los exámenes, para el 8 de marzo poder estar ya sobre los escenarios.

¿Es difícil encontrar quien ofrezca que deis un concierto?
—Fran: Hay que echarle cara. Si tienes un material mínimamente decente, no acaba de ser difícil. El problema ya está en que te paguen. Igual que hay salas que se portan genial, otras no pagan bien y tampoco ofrecen condiciones buenas para la música en directo. En definitiva, no es difícil conseguir conciertos si no miras el trasfondo económico, pero es que hay que mirarlo, porque esto lleva sus ensayos, y las cuerdas de la guitarra, por ejemplo, no me las regalan, además de los amplificadores, el alquiler del equipo de sonido, etc. Hay posibilidades pero no está tan valorada la música en directo.

Habeis pasado por Londres con vuestra música. ¿Cómo disteis ese salto?
—Alejandro: Aquello fue una locura realmente. Dijimos “nos vamos” y nos fuimos, así.
—Fran: Sí. Yo ya he estado otras veces y me conocen en una tienda en Candem Town, donde he trabajado siempre que he ido, y le dije a Alejandro que se viniera conmigo, porque allí la música es increíble. Teníamos la conciencia de que tocar en Londres es genial. Decidimos pillarnos los billetes y fuimos con el cámara y el hermano, así que grabamos el videoclip allí, que todavía no ha salido.

¿Y la experiencia qué tal fue?
—Fran: La experiencia fue algo increíble. Fuimos con la idea de tocar en conciertos pero podríamos habernos dado con todas las puertas en la cara. Llegamos tocando en la calle y era algo impresionante. Nos sentíamos como uno más de allí, en un lugar donde pegas una patada y salen veinte músicos. Era muy guay. Luego, a la hora de pedir conciertos allí es más difícil. Sin embargo, sí que tuvimos esa suerte. Salimos un poquito crecidos de esa experiencia. En una sala incluso repetimos. La primera vez abrimos una serie de  acústicos que había, porque era un cartel muy grande, y le gustamos tanto al dueño que a la semana siguiente tocamos nosotros como cabeza de cartel. Aparte, estar rodeado de tantos grupos de allí es quizá lo más interesante. Es como si quieres cantar flamenco, ¿qué lugar mejor que Jerez? Pues para el rock británico es lo mismo estar rodeado de chavales que hacen esa música y que la han mamado desde siempre. Aprendes muchísimo.

En un futuro inmediato, ¿qué planes tenéis?
—Fran: Recientemente nos llamó un productor que quiere grabarnos un disco y enviarlo a la discográfica Warner Chappell, aunque lo tenemos que hacer en español. Yo ahora me voy ya a la República checa, con una beca Erasmus, y voy a estar un año fuera. Mientras tanto, compondré en castellano para el productor. No podemos estar inactivos completamente porque eso nos mataría. Hay que recordarle a la gente que estamos aquí. Hay que hacer ruido de alguna forma. Además, antes de irme vamos a grabar el repertorio nuestro en directo, unos quince temas y alguna versión, con mi primo Joaquín Gassin y el violinista Mario Salas, con los que hicimos un concierto en Damajuana que podríamos decir que fue el concierto de Polar Bears por excelencia. Esto va a ser como el ‘hasta pronto’ .

Después de las buenas experiencias, ¿Sois optimistas y creéis que vais a seguir abriéndoos un hueco?
—Fran: Llevamos un año y medio de recorrido y estamos ya cerca de los  50 conciertos. Así que creo que vamos rápido. También hacemos cartelería con unos dibujos muy divertidos, que llaman la atención. Este año hemos sonado mucho así que seguiremos para arriba, no hay otra. Todo en la vida es constancia, aunque también haya suerte.
Estas son algunas de las impresiones de estos jóvenes ique compaginan a la perfección los estudios con la música. “Hay tiempo para todo”, una actitud muy optimista del guitarrista de Polar Bears, un conjunto inspirado en el rock británico, sobre todo en The Beatles, que dará mucho de qué hablar en su ciudad y fuera de ella

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