El documental La Roca, del algecireño Raúl Santos, se alzó el pasado viernes con el premio al mejor documental europeo en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, certamen que también sirvió de estreno nacional de la cinta, después de que ya fuera visionada en un auditorio de Nueva York.

El galardón, además del prestigioso Giraldillo de Oro, supone también la dotación de 15.000 euros destinados a la distribución de la cinta, que el cineasta de Algeciras logró llevar a cabo gracias al apoyo de las becas Talentia.

La Roca es, como su autor la define, “una historia de amor”, que narra los sinsabores de una pareja que fue separada durante trece años por el cierre de la Verja de Gibraltar, y que está inspirada en una historia real acaecida en su propia familia.

La base histórica del argumento parte del año 1969, cuando Francisco Franco toma la determinación de cerrar la frontera de Gibraltar, aislando a 30.000 personas sin comida, agua o líneas telefónicas. De hecho, la sinopsis del documental rescata las palabras del propio dictador aludiendo a que “la Roca caerá como fruta madura”.

La Roca es una épica historia de amor al estilo de Romeo y Julieta entre la gigantesca roca de Gibraltar y la ciudad fronteriza española de La Línea. A pesar de ser declarados enemigos por sus países, la población de ambas ciudades dependían unos de otros, se casaban entre ellos y vivían felizmente con sus hijos bilingües. Solían ser inseparables.

Sin embargo el adoctrinamiento de las dos partes y la repentina decisión de Franco forzó la separación de miles de familias mixtas. Durante trece años las familias se reunían en la frontera cada domingo para mirar con prismáticos a sus esposas, hermanos, padres y bebés, gritando “papá te quiere” desde la distancia.

Raúl Santos reflexiona, en el transcurso de su historia, sobre cómo pudo suceder aquello y desentraña el momento histórico en el que sucedieron aquellos acontecimientos buscando la historia íntima que se escondía detrás de es tragedia.

“Franco murió pero el dolor causado en la población por el cierre de la Verja aún no ha cicatrizado”, termina reflexionando Raúl Santos.