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La Escuela Municipal de Tauromaquia de Algeciras: una escuela de valor

Tras siete años de un trabajo de cantera, la escuela taurina de Algeciras tiene ante sí una gran hornada de jóvenes novilleros

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Cuando el visitante pisa el albero de la plaza de toros de Las Palomas lo hace como si entrara en el templo más sagrado, con pasos lentos sobre la arena, sin querer perturbar por si estuviera cometiendo un sacrilegio la paz que se respira bajo los sones de un pasodoble que suena por la megafonía, una armonía que inunda el ambiente a pesar de que una veintena de alumnos de la Escuela Municipal de Tauromaquia de Algeciras se están ejercitando en esos momentos con los trastos de matar en la mano; bajo un sol sofocante del mediodía de julio los alumnos, aprendices de matadores de toros, ensayan el toreo de salón.

A pecho descubierto, sin camisetas algunos por el intenso calor, unos buscan naturales con la muleta, otros practican con el capote, a otro le ha tocado coger los cuernos del toro para ayudar a un compañero, e incluso alguno se atreve con las banderillas o a entrar a matar.

A pesar de sonar los pasodobles por los altavoces de la plaza un silencio respetuoso reina en el coso y quien se atreve hablar siempre lo hace en voz queda.

Y esta especie de recogimiento que se vive en el coso durante las clases es fruto de una educación casi reverencial, casi versallesca, que se imprime a cada alumno desde su llegada; una educación taurina que practica a rajatabla desde el último alumno hasta el propio director de la escuela, una educación de respeto a los maestros, a los propios compañeros y a toda aquella persona que se acerca al mundo del toro.

Junto a un burladero, Diego Ramos El Merlo, director artístico de la Escuela echa una reprimenda cariñosa pero autoritaria a un alumno que ha faltado a clase. El joven aprendiz intenta excusarse con mucho respeto diciendo que tenía cita para probarse un traje de luces; no obstante, El Merlo le recuerda que las clases son siempre lo primero, y que después todo lo demás.

Minutos más tarde llega un padre para inscribir a su hijo en la Escuela; a pesar de que el curso está ya prácticamente acabado, El Merlo le dice que comenzará el lunes a probar las prendas.
Desde hace poco más de siete años la Escuela de Tauromaquia de Algeciras la dirige el matador de toros Diego Ramos El Merlo y su sello personal lo imprime todo.

Desde el 14 de febrero de 2004, bajo la batuta de El Merlo, han pasado por la escuela más de cien alumnos de entre 12 y 22 años, con una media por año de entre cuarenta y cincuenta, teniendo en cuenta que algunos repiten año tras año y que otros abandonan. En esta temporada son 53 los aspirantes a matadores inscritos.
La Escuela de Tauromaquia de Algeciras está considerada como una de las mejores de Andalucía e incluso de España por mantener un altísimo nivel en todos los servicios que presta.

Bajo la dirección artística de El Merlo y la dirección gerente del también matador de toros Juan Repullo, la escuela se encuentra ubicada en la propia plaza de toros Monumental de Las Palomas, donde posee un aula-oficina, un almacén para el material y la posibilidad infinita de utilizar el coso constantemente.

Además la sinergia con el Ayuntamiento, propietario de la plaza, es tal que hasta los alumnos entrenan bajo la música de pasodoble ofrecida por la megafonía; en este caso, una anécdota curiosa es que cada jornada en la arena se abre con el pasodoble a Miguelín.

La Escuela algecireña subsiste gracias a la importante subvención municipal y a las aportaciones privadas.
Desde que se inscribe, un alumno debe ir superando los distintos niveles del escalafón taurino hasta llegar a convertirse en matador de toros.

Primero el alumno, tras varias semanas de contacto con los instrumentos de torear, debe pasar su primera gran prueba, la de enfrentarse a un becerro en el campo; si sale airoso y demuestra valor y saber estar ante el animal pasa ya a aprender el oficio de matador que consiste básicamente en dominar todas las artes del toreo de salón; luego, con 14 años ya puede debutar con añojos (becerro de un año); con 16 años ya debuta con erales (de dos años);y después ya a torear con caballos, con novillos (tres años) y aquí es donde termina la labor de la escuela; y finalmente ya puede debutar si tiene proyección como matador de toros (astados de 4 años).

La Escuela de Tauromaquia de Algeciras da clases todas las semanas del año, sin vacaciones tanto en verano como en invierno, de lunes a jueves en el coso de Las Palomas. Estas clases se compaginan también con lecciones teóricas ante videos o charlas de los maestros (sobre todo los días de mal tiempo meteorológico); e igualmente se realizan visitas a escenarios históricos taurinos como plazas o museos; y también se completan con tentaderos en el campo.

El gran objetivo de toda escuela taurina es crear matadores de toros y tras siete años bajo la dirección de El Merlo ahora le ha llegado el momento a la Escuela algecireña de dar ese salto de calidad, después de estar una serie de años creando una cantera, ahora la escuela algecireña posee una gran hornada de alumnos que seguramente van a dar muchísimas satisfacciones en los próximos años. Ahora la Escuela está en el momento de empezar a recoger los frutos a toda esa semilla sembrada.

Entre los logros de la escuela está el ser la que más matadores ha sacado de Andalucía, once en toda su historia; y ahora está de nuevo en el camino para aumentar esa cifra.

Entre los alumnos de esta nueva hornada se encuentran nombres como Jiménez López, Juan Antonio Arana El Paquera, Francisco Sánchez Romero; un grupo que se completa con Julio Iglesias y Miguel Ángel Sánchez, que ya toreó en la novillada de la Feria de Algeciras de este año.

Luego le siguen alumnos que ya han debutado con añojos como Eduardo Sibaja Castillo, Diego Luque, Corruco, Cristian Marín, los hermanos Domínguez Mena o la chica Cintia Chaves. Todos ellos nombres a seguir.

En este sentido, la Escuela tiene previsto ya este año comenzar a presentar en sociedad a nivel nacional en plaza importantes todo este grupo de jóvenes novilleros. Así, por ejemplo Eduardo Sibaja Castillo ya está confirmado que va a ir a torear a Francia con un intercambio con la plaza de Béziers.
Como se suele decir, lo bueno está todavía por llegar.

Próxima novillada
La próxima gran cita de la escuela algecireña ante la afición será el sábado 6 de agosto, a las 21.30 horas en el coso de Las Palomas, con el XV Ciclo Novillada en Clase Práctica en Las Palomas donde se lidiarán 5 erales y 2 añojos de la ganadería de Miguelín para los alumnos José Antonio González (Escuela Taurina de Ronda), Juan Cortés (La Línea), Eduardo Sibaja Castillo (Algeciras), Juan Antonio Arana El Paquera (Algeciras), Jiménez López (Algeciras), Elías Casado (Lucena) y Miguel Ángel Pacheco (La Línea).

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