La plaza Salvador Allende y el pasaje San Ignacio -que permite su acceso desde la calle Porvera-
muestran ya su aspecto definitivo tras las obras que se han venido acometiendo en estos últimos meses, incluidas en ambos casos en el
Plan de Regeneración Urbana del Centro Histórico.
La primera de estas actuaciones ha sido ejecutada por la empresa
Aitana, Actividades de Construcción y Servicios, teniendo un presupuesto de 435.141 euros.
Las obras se han demorado un par de meses más de lo previsto después de que el Gobierno local aprobase una petición de la propia empresa adjudicataria.
Los trabajos en el pasaje San Ignacio fueron adjudicados a
INUR por un importe de 63.600 euros.
En ambos casos se planteaba la ejecución de distintas obras de adecentamiento y reforma del viario con el objetivo de favorecer la movilidad y accesibilidad peatonal en este céntrico entorno -que se extiende a la cercana calle Monjas Victoria- dotándolo de una plataforma única.
En el pasaje San Ignacio se ha sustituido el alquitrán por adoquines recuperados de otras zonas del centro de la ciudad en las que se ha intervenido recientemente.
En todos los casos
se han eliminado tramos en mal estado y barreras arquitectónicas que dificultaban la movilidad, instalando acerados homogéneos y uniformes.