Los propietarios aseguran sentirse “abandonados por parte de la justicia, mientras pasan los años, no se fija la fecha del juicio y el deterioro de las viviendas es cada vez más pronunciado”.
En concreto, el representante de la intercomunidad destacó que “la noche del pasado martes tuvimos que avisar a los Bomberos y a la Policía Local, porque se produjo un crujido más que inquietante”.
Después, “vinieron los técnicos del Ayuntamiento y se comprometieron a realizar un informe, para remitirlo al juzgado, dejando constancia de que el edificio sigue moviéndose y vivir en el puede constituir un problema grave”.
Por ello, Fernández Buleto confía en que, con dicho documento, el juez acelere la tramitación correspondiente de la denuncia que presentamos, en la medida de sus posibilidades”.
Humedades
Por parte del abogado que lleva el caso, Alberto José Pérez Ibars, “sólo sabemos, por una circular que nos ha mandado, que el próximo día 23 de marzo se verá, en la Sección de la Audiencia Provincial, el recurso de apelación presentado por uno de los demandados”, pero después, “tendremos que esperar de nuevo más tiempo para que sea fijada la fecha del juicio, y todos sabemos cómo se demoran los temas judiciales”.
Además, incidió “tenemos muchas dificultades cuando intentamos contactar con el abogado de la intercomunidad que lleva nuestro caso, dado que en muchas ocasiones no nos coge el teléfono”.
Mientras, añadió, el representante de los propietarios de Nueva Ciudad, “en las viviendas cada vez hay más grietas y las que ya existían se hacen más pronunciadas y, con el paso de los años, van apareciendo las humedades, dado que las fachadas de los edificios también están rajadas en muchos lugares”.
Grietas en los garajes
Fernández Buleto destacó además que, en los garajes, situados en los bajos de las viviendas, las pequeñas arañas que aparecieron se han convertido en grandes grietas, que afectan a las zapatas y a los pilares”.
Al respecto, el presidente de la intercomunidad recordó que, al ser garajes subterráneos, “no nos explicamos por qué existe riesgo para acceder a ellos, pero no para que nosotros sigamos habitando las viviendas, que están encima de los aparcamientos”. No obstante, añadió, los técnicos nos aseguran que no hay riesgo para las viviendas ni para sus moradores”.
En cualquier caso, recordó, “aún hay tres vecinos desalojados, dos del bajo del bloque 6 y un bajo del bloque 4, porque existe riesgo de que se produzcan desprendimientos en sus viviendas”.
Por todas estas circunstancias, Fernández Buleto considera que es “de todo punto impresentable que, después de siete años, desde que se produjo el corrimiento del terreno que afectó a nuestras casas, no es que estemos igual que al principio, sino mucho peor”. Y es que, el representante de los propietarios cree que parece que nadie se acuerda de nuestra problemática y no se dan respuestas a nuestras reivindicaciones”.
