'Arqueología de la Semana Santa en cuarenta estaciones' es el último trabajo de investigación realizado por Eugenio Vega Geán y Francisco Antonio García Romero, al que en esta ocasión se suma Enrique Guevara Pérez.
La publicación aborda los orígenes de las cofradías de penitencia, pero no ya desde el punto de vista meramente histórico, sino en conexión con todas las prácticas y ritos que la humanidad ha ido creando a lo largo de los siglos.
El trabajo es el resultado de “treinta años de notas” y recopila de algún modo trabajos publicados “desde 1994”.
Sus autores tienen claro que las procesiones de Semana Santa se han convertido con el paso del tiempo “en el gran símbolo cultural” de buena parte de Andalucía y “conectan psicológica y sociológicamente con la fenomenología religiosa precristiana”.
Todo ello a pesar de que los orígenes de la tradición cristiana eran claramente iconoclastas.
Sin embargo, con el devenir de las generaciones se advirtió de la necesidad de encontrar un vehículo para conectar con el pueblo, y de ahí que se optara por “tomar elementos que ya estaban introducidos en la cultura”.
“Si no existiera la Semana Santa, habría que inventarla. La procesión es idiosincrasia y sacraliza un espacio. Cuando una cofradía sale a la calle sacraliza un espacio, que deja de ser espacio civil y se convierte en religioso. Eso ocurre hoy y ocurría hace dos mil años. Es algo precristiano que de algún modo hemos heredado”, explica Eugenio Vega.
La práctica totalidad de los elementos que se aprecian en Semana Santa “son milenarios”, pero a pesar de ello estamos ante una celebración “que no se encuentra anclada en el pasado” sino que permanece “en continua evolución”.
Precisamente esta circunstancia posibilita que en una sociedad “utilitarista” esta fiesta no sólo no haya decaído, sino que disfrute de una notable pujanza.
“La Semana Santa tiene tal riqueza de facetas que todo el mundo puede encontrar su lugar en ella, porque se combinan elementos muy religiosos con otros paganos, pero que igualmente son auténticos”, aclara García Romero.
La publicación ha sido realizada por Ediciones Alfar y se divide en cuarenta capítulos que vienen a dilucidar cómo el cofrade ha establecido un puente directo entre él mismo y la divinidad.