El abogado jerezano Fernando Luis Camisón Fernández ha sido galardonado con un premio AMMI, que otorga la Asociación Madrileña de Mediadores. Estos premios, que se convocan desde hace once años, reconocen y ponen en valor el trabajo de los profesionales del Derecho en la mediación, a la vez que la dan a conocer. De hecho, es un derecho que tienen los ciudadanos antes de tener que acudir a los juzgados.
Camisón, que reconoce que este premio es “un honor y un reconocimiento personal”, ha recibido el premio por las alegaciones que realizó para la Asociación Madrileña de Mediadores y que sirvieron para las aportaciones al anteproyecto de Ley de Medidas de Eficiencia Procesal del Servicio Público de Justicia.
La Ley 5/2012 de 6 de julio de Mediación en Asuntos Civiles y Mercantiles es la que regula la mediación, además de las leyes autonómicas de mediación familiar, que son anteriores a ésta. Como señala el letrado jerezano, la importancia de la mediación en los procesos judiciales es clara. “Ahorra costes, ya que la mediación es más barata que un procedimiento judicial, sobre todo si te condenan en costas, y ahorra tiempo, ya quedependiendo de cómo sea el problema, puede terminarse en unas pocas sesiones o en pocos meses–tres meses como máximo, según marca la ley–”. Y es que, Camisón recuerda que “un juicio puede durar años, desde que se interpone la demanda hasta que termina el último de los recursos”.
El abogado, con despacho en el edificio Jerez 74, en la jerezana plaza Hauríes, destaca también la mediación en asuntos empresariales donde “el tiempo siempre es dinero. Las mediaciones empresariales te permiten no perder a un cliente, a un proveedor e incluso, según la relación de confianza que haya entre las partes, a un amigo. Además, la mediación permite que las partes puedan ser realmente escuchadas y que expongan sus problemas, ya que durante el juicio lo normal es que hablen los abogados y las partes no se enteren de nada”.
La mediación también es fundamental en temas de familia o herencia. “Mejora la relación entre padres, madres e hijos en separaciones, reduciendo la conflictividad. Y en las herencias, con los hermanos no acabando peleando por bienes o dinero”.
Y es que, finaliza Camisón, la solución al conflicto en la mediación la tienen las partes, “ya que no dejan que tome una decisión por ellos un tercero, como es un juez”. De hecho, “con una sentencia, normalmente hay una parte que gana y otra que pierde, mientras que en la mediación se trata que todos ganen y permite que los acuerdos se cumplan y sean más duraderos en el tiempo”.
A todo esto, se suma algo fundamental en los tiempos que corren, la descongestión de los juzgados, puesto que un asunto que no llega a juicio ahorra tiempo y alivia la carga de trabajo de los funcionarios de las sedes judiciales.