La junta directiva de la Asociación Vecinal ‘La Gloria’ denuncia la “inacción municipal” en el barrio y así lo han registrado en el Ayuntamiento con la presentación de un dossier con documentación gráfica que evidencian desperfectos, suciedad y falta de mantenimiento.
No es nada nuevo para el Ayuntamiento, que realizó una visita al barrio en enero. Ahora, el presidente, José Manuel Ruiz, pide una nueva visita y la ejecución de las mejoras necesarias, pues en La Glorieta “no se ha actuado”.
Con carácter urgente, piden el arreglo del acerado y pavimentos de la ronda Astrónomo Al-Jayyani’ y las calles ‘Pedro del Alcalde’ y ‘Don Pedro Huesa Pérez’, además del conjunto de calles de la zona más antigua del barrio, de los años sesenta. Aunque se realizó una poda general del arbolado, ésta produjo “desperfectos en los muros y barandas de jardines que no se han reparado”. Tampoco se ha retirado el árbol caído el pasado 21 de octubre, uno de los que no se podó y que sigue obstaculizando el paso en una calle peatonal.
La colocación de barandas en el acerado en cuesta de calles como ‘Alonso de Freylas’ o en los jardines de las calles ‘Tomás Moreno Bravo’ y ‘Pedro Huesa Pérez’ es otra de las peticiones.
“La falta de baranda ha originado ya dos accidentes de personas mayores que han caído al jardín”, reconoce Ruiz. Las zonas verdes del barrio “no se conservan, no se limpian y no se reponen”.
Por ello, piden “más personal para realizar y mejorar la limpieza del barrio”, señalando la “desesperación” que provoca el “incivismo ciudadano” con la nula recogida de los excrementos de perros. Para los parques infantiles piden, igualmente, limpieza, mantenimiento y reposición de los elementos deteriorados. La Glorieta es un barrio donde se celebra ‘botellón’, concretamente frente al colegio Santa María de los Apóstoles y la calle ‘La Gloria’.
“Es necesaria una mayor presencia policías para garantizar la seguridad ciudadana. Se consumen sustancias estupefacientes”, reconoce.
Por otra parte, piden control para las terrazas de los establecimientos hosteleros, que “invaden la vía pública, obligando al peatón a pasar por la calzada”.
Otra de las carencias es la falta de señalización de tráfico, por lo que es un barrio sin hitos, sin señales de prohibición, con isletas sin pintar y plazas de aparcamiento sin diferenciar.