La iglesia Santa Capilla de San Andrés (siglo XV) ha sido restaurada y en la Fundación de la Santa Capilla y Noble Cofradía de la Limpia Concepción de Nuestra Señora la Virgen María están inmersos en la celebración del quinto centenario de su construcción.
Según el Gobernador, Arturo Vargas-Machuca, con la restauración “se han mantenido vivos los fines fundamentales de la Fundación, como son el culto, la calidad y enseñanza, adaptados a los tiempos actuales, pero dando pleno cumplimiento de sus fundamentos”. Así lo confirmó ayer durante la visita celebrada con el alcalde, José Enrique Fernández de Moya.
La intervención ha consistido en la restauración de bienes muebles y del propio bien inmueble. Ha sido “una de las mayores actuaciones realizadas en la Santa Capilla”, con el trabajo de varios restauradores. Se ha restaurado el retablo, el Camarín donde está situada la Virgen, y las pinturas que aparecen sobre el retablo y en sus laterales. Además se ha procedido a la limpieza y restauración de la reja, sobre la que ya se había intervenido hace unos años.
El primer edil conoció la historia de la Santa Capilla de San Andrés y mostró “el apoyo y la colaboración” del Ayuntamiento de cara a la celebración del quinto centenario.
La Iglesia de San Andrés tiene su origen en el templo mudéjar del mismo nombre, y que según algunos estudiosos funcionó primero como sinagoga judía y posteriormente, en algún momento del siglo XIII, se convirtió en iglesia parroquial. Desaparece como parroquia en 1843.
En 1515 se funda a sus pies la ‘Santa Capilla’, una sala de oración relacionada con el culto a la Inmaculada Concepción y a la Cofradía de la Limpia Concepción de Nuestra Señora la Virgen María, aún vigente a pesar de los siglos de distancia.
La construcción de la capilla y la adquisición por parte de la cofradía de diversos inmuebles, aledaños al antiguo templo parroquial, modificarán en parte su estructura.
Actualmente es propiedad privada de la cofradía, conocida popularmente como Cofradía de la Santa Capilla de San Andrés. La cofradía fue fundada por Gutierre González Doncel, protonotario apostólico que no olvidó su tierra natal y decidió derramar sobre la misma parte de los beneficios que adquirió por su condición en el Vaticano.