El arreglo del cementerio de San Eufrasio supone un gasto no cuantificado aún, pero el Ayuntamiento aseguró ayer que no tiene dinero para arreglar las zonas declaradas en ruina y sus instalaciones en general.
De ahí que ayer, el concejal de Urbanismo, Francisco Javier Márquez, apuntara a la necesidad de una responsabilidad económica por parte del Obispado, por ser el propietario del cementerio; de la Junta de Andalucía por haberlo declarado Bien de Interés Cultural (BIC), y de la Diputación, por recibir presupuesto con el que puede ayudar a un ayuntamiento con las arcas arruinadas, pero que es el responsable de su funcionamiento.
Asegura que para la obra que necesita el camposanto no es suficiente el trabajo de los alumnos de la Escuela Taller, como han propuesto colectivos culturales, sino que la inversión es mayor para una obra que se podría realizar entre doce y catorce meses, pero que es imposible sin la ayuda del resto de instituciones.
La situación de ruina en la que se encuentra el cementerio viejo, en el que no se celebran enterramientos desde 2003 y en el que cada día se producen entre uno y dos traslados por encargo de los familiares, no será un inconveniente para que el Ayuntamiento abra sus puertas entre el 27 de octubre y el 2 de noviembre con motivo de la festividad de Todos los Santos.
Aseguran que se adoptarán las medidas oportunas para garantizar la seguridad de quienes acudan al camposanto esos días con un dispositivo de agentes de la Policía Local, con “coste cero” para las arcas municipales porque trabajarán como “servicio ordinario”.
En la misma línea, la edil de Consumo, Victoria Garvín, explicó que se vallará “la zona más peligrosa” y se dejará una calle del camposanto para que los ciudadanos puedan ver los nichos”.
El concejal de Urbanismo desveló que el anterior equipo de gobierno de PSOE e IU declaró en enero de 2010 en estado de ruina de la sección seis a la 17 (salvo la ocho) del patio cuarto del cementerio “con una resolución que nunca vio la luz”. Sin embargo, dicen que el Ayuntamiento cerró por decreto en diciembre de 2012 el camposanto “por seguridad y no por ruina”.
En cuanto a la posibilidad de privatizarlo, Márquez aseguró que sería una solución si se produjeran enterramientos, pero al no ser así dudó de que a una empresa le fuera rentable la gestión del mismo.
En la comparecencia de ayer aseguraron que la causa del cierre al público del cementerio fue la caída de los nichos, “nunca de los cadáveres”, y que cada día se trasladan restos “de forma legal, en bolsas sudarios” por los operarios del cementerio y a petición de los familiares.  
