Será una herramienta útil para el futuro desarrollo de proyectos
Un grupo interdisciplinar de científicos, entre los que se encuentra personal investigador de la Universidad de Jaén, ha descrito por primera vez el transcriptoma del olivo, es decir, la parte del genoma donde se hayan la mayoría de genes y de mayor información relevante, lo que va a facilitar el desarrollo de proyectos relacionados con la mejora de este árbol y la calidad de su fruto.
Este trabajo, desarrollado durante los tres últimos años, ha sido publicado en la revista científica DNA Research Advance Access bajo el título ‘Ensamblaje y anotación funcional del transcriptoma del olivo’. En el mismo ha participado personal investigador de distintas universidades, centros de investigación y empresas privadas como el profesor Victoriano Valpuesta, coordinador del proyecto, y la doctora Carmen Beuzón, que coordina el grupo de la Universidad de Málaga; Francisco Luque y Carmen García-López, de la Universidad de Jaén; José Manuel Martínez-Rivas y otros colaboradores del Instituto de la Grasa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); el doctor Oswaldo Trelles y colaboradores del Instituto Nacional de Bioinformática; Raúl de la Rosa y Angjelina Belaj, del Instituto Andaluz de Formación Agraria y Pesquera (IFAPA) y las empresas Sistemas Genómicos SL y Life Sequencing SL.
Concretamente, se ha secuenciado el 80% de los genes del olivo que están relacionados con el tamaño del árbol, su entrada en producción y la maduración de la aceituna. “Por primera vez se describen la mayor parte de genes que tiene el olivo, se identifican y anotan las funciones que tienen, lo que va a servir de herramienta a la comunidad científica para desarrollar aplicaciones concretas para distintos problemas”, asegura Francisco Luque, que explica que este trabajo beneficiará directamente a los diferentes proyectos de mejora genética que se desarrollan en Andalucía, “pues redundará en una mayor eficiencia y una reducción de los costes a la hora de obtener nuevas variedades mejoradas”.
Para este trabajo se han estudiado distintos tejidos del olivo en diferentes circunstancias posibles, utilizando muy diversos como frutos, raíces, hojas o semillas, en distintos momentos del desarrollo, tanto del fruto como del árbol, de las variedades picual, arbequina y lechín, de Sevilla. “Solamente hemos detectado los genes que son utilizados por las células en cada tejido y momento del desarrollo analizados”, especifica el profesor del Departamento de Biología Experimental de la UJA.
Esta investigación se enmarca en el proyecto Oleagen, iniciado en 2008 y financiado por la Fundación Genoma España, IFAPA y Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), cuyo fin era generar el mapa genético del olivo para conseguir información clave para obtener variedades de olivar que garanticen explotaciones más productivas y rentables, así como aceites de mayor calidad o con características más beneficiosas para la salud.