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Huelva

Air Liquide proporciona la 'chispa' para el sector de las bebidas

Estas bebidas basan su chispeante efecto en la presión que les ofrece el dióxido de carbono todo bajo las más estrictas normas de seguridad alimentaria

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  • Air Liquide. -

La empresa Air Liquide, la cual tiene planta en Huelva desde 1984, proporciona a empresas de Andalucía y Extremadura la 'chispa' necesaria para las bebidas refrescantes como la cerveza, los refrescos o los vinos espumosos.

Así, según han informado a Europa Press desde la compañía, estas bebidas basan su chispeante efecto en la presión que les ofrece el dióxido de carbono todo bajo las más estrictas normas de seguridad alimentaria.

De este modo, la planta de gases del aire de Huelva produce oxígeno y nitrógeno que se suministran tanto en el mismo Polo, como a multitud de empresas andaluzas de diversos sectores y entre ellos se encuentra el de la alimentación y bebidas.

En concreto, el nitrógeno de calidad alimentaria, es decir, el que puede ser utilizado en la fabricación de productos aptos para consumo humano tiene un amplio recorrido en el sector de las bebidas. Se puede utilizar, por ejemplo, para evitar la oxidación de las bebidas o para proteger el contenido de latas y botellas.

En Andalucía, esta empresa presta servicio a clientes muy diferentes como bodegas, fabricantes de bebidas y restauración como en el caso de los refrescos con gas contienen gas carbónico para proporcionar su efecto refrescante y efervescente. Para ello se emplea dióxido de carbono (CO2) que se produce en otras plantas de Air Liquide y se transporta hasta Andalucía para su distribución entre los clientes de la región.

En cuanto a las cervezas, que también son bebidas carbonatadas, en muchas ocasiones la industria cervecera recupera el gas generado durante el propio proceso de fermentación para ajustar el grado de carbonatación. Sin embargo, hay otras ocasiones en las que la carbonatación se realiza en el momento de servirla en los bares o restaurantes. Así, esta compañía suministra a estos establecimientos botellas de CO2 para que puedan hacer la carbonatación en el punto de consumo, es decir, cuando se sirve del grifo al vaso del consumidor.

Asimismo, Air Liquide ofrece diferentes soluciones diseñadas especialmente para proteger la calidad del vino a lo largo de las diferentes etapas de su proceso de elaboración.

Por un lado, al igual que en el caso de los refrescos, se produce un CO2 de calidad que es utilizado para la carbonatación de algunos vinos. Gracias a ello se consigue el efecto refrescante y efervescente de vinos espumosos o de vinos de aguja con un menor grado de carbonatación, como se suele decir en el sector, con el efecto 'frizzante'.

En otras ocasiones, se emplea CO2 en formato líquido en la etapa inicial del proceso de elaboración del vino, previo a la fermentación de la uva. Se utiliza para la refrigeración, concretamente para enfriar la uva cuando se recibe del campo durante la vendimia, protegiendo de este modo las cualidades de la uva y para permitir un óptimo comienzo de la fermentación.

Por otro lado, se utilizan gases inertes, como nitrógeno, argón o CO2, durante el proceso de vinificación para proteger el vino o el mosto de la oxidación producida por el oxígeno que se encuentra de forma natural en el aire. Para ello, se introducen estos gases inertes en los depósitos o tanques donde se almacenan y se trabajan la uva, el mosto y el vino. De esta manera, como han explicado, "se consigue crear una atmósfera protectora que impide que el vino se oxide y pierda aromas y sufra cambios en el olor y el sabor que disfruta el consumidor final al beberlo".

También se realiza este proceso de inertización en las botellas que finalmente contendrán el vino que estará a la venta. El proceso es similar al anterior, se extrae el aire que tiene la botella originalmente y se cambia por un gas inerte. Todo con el objetivo es evitar que la botella contenga oxígeno y, así, proteger al vino de la oxidación una vez envasado.

De este modo, igual que en el caso del vino, el proceso de inertización se realiza a lo largo del proceso de fabricación y envasado de bebidas no carbonatadas como zumos y bebidas funcionales (como por ejemplo, bebidas con vitaminas, zumos o extractos naturales) para proteger el producto de los efectos de la oxidación y garantizar sus propiedades de color, sabor, aroma y características nutricionales. Técnicamente, este proceso se llama 'gestión de oxígeno'.

ENVASADOS

De otro lado, Air Liquide también aporta soluciones al sector de las bebidas no carbonatadas, concretamente en el ámbito del envasado.
Las bebidas carbonatadas por su propia naturaleza mantienen un cierto nivel de presión al ser envasadas, a eso se debe el sonido característico que se escucha al destapar una lata de refresco o cerveza. Esta presión aporta una protección y resistencia natural al envase frente a golpes y otros factores externos.

Por el contrario, los envases de las bebidas no carbonatadas no cuentan con esta resistencia y son más sensibles a posibles impactos durante el transporte hasta el punto de venta o una vez compradas. Es aquí otra de las aplicaciones que tienen los gases en el sector de bebidas.

Durante el proceso de envasado se puede introducir una mínima gota de nitrógeno líquido, que al cerrar la lata o botella genera un nivel de presión en el interior que protege tanto al contenido como al envase. Esto permite además que las latas y botellas plásticas puedan ser más ligeras, lo que supone "un ahorro de material y de costes al fabricante y una reducción de la cantidad de residuos generados, favoreciendo un modelo de consumo más sostenible".

SE GENERA VALOR AÑADIDO

Así, según ha asegurado el delegado comercial de la zona sur de Air Liquide España, Luis Gómez Lanne-Lenne, "en Air Liquide, como pioneros en el sector, trabajamos a diario para presentar soluciones de valor añadido a nuestros clientes del mercado de bebidas".

"Queremos contribuir a mejorar su productividad para responder a las demandas del mercado y a los hábitos de consumo, y les ayudamos a mantener los mayores estándares de calidad en cada uno de sus productos", ha proseguido.

En esta misma línea se ha pronunciado el gerente de la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas de Huelva (Aiqbe), Rafael E. Romero, que ha remarcado la infinidad de usos de los productos químicos y la importancia de los mismos para la mejora y optimización de los procesos. Por ello, ha reiterado la necesidad de "poner en valor" la producción de las distintas plantas en Huelva.

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