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Huelva

El futuro del edificio Stella Maris vuelva al pleno de la capital

Enrique Figueroa pide que el edificio Stella Maris se recupere para usos sociales y asociativos

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  • enrique figueroa -

El concejal del Ayuntamiento de Huelva, Enrique Figueroa, ha presentado una moción al próximo Pleno municipal en la que solicita que el Ayuntamiento negocie con el Obispado (actual propietario del edificio) la cesión del Stella Maris a la ciudad de Huelva.

“Se trata de un edificio emblemático que, como tantos otros, corre el riesgo de permanecer en el olvido, algo que los onubenses no nos podemos permitir”, señala Figueroa. “El Ayuntamiento debe negociar la cesión del mismo, buscar fórmulas para su acondicionamiento y ponerlo al servicio de la ciudadanía”

Ese servicio se daría poniendo el edificio, a través de las concejalías de Asuntos Sociales y Participación Ciudadana,  “a disposición de las muchas asociaciones, ONG´s, fundaciones…  que acuden a nosotros reclamando un espacio digno en el que ejercer su labor benéfica o asociativa”.

El edificio originario se construye a finales del siglo XIX cuando representantes de la Riotinto Company  fundan el Seamen´s Institute y acuerdan edificar un centro para dar servicio a los marineros y personal que vienen a Huelva en los buques cargueros de mineral, así como al personal inglés residente en nuestra ciudad. Se construye como residencia en lo que hoy es la calle Duque de la Victoria, próxima al Puerto, y se instala en él también una capilla anglicana, además de salones de reunión o una escuela.

En 1962, siendo ya el edificio propiedad de la Diócesis de Huelva tras la cesión por parte de la Compañía de Rio Tinto, el Obispo Doctor Cantero Cuadrado lo reinaugura tras una importante reforma, obra del arquitecto municipal D. Ricardo Anadón Frutos, con el nombre de Stella Maris, para dar servicio al “Apostolado del Mar”, y acoger a marineros de paso por nuestra ciudad. Además de albergue, mantiene la capilla, biblioteca… y se crea una escuela de formación para marinos.

“El edificio permanece cerrado hace años” recuerda Figueroa. “Se ha especulado sobre muchos usos posibles, pero creo que es momento de dejar de hacer planes y actuar de manera decidida, primero negociando la cesión y luego buscando vías de financiación para su rehabilitación y puesta en servicio, ya sea a través de la Junta o de otras fuentes. Y qué mejor fin que ponerlo a disposición de las instituciones benéficas y asociativas que trabajan para la ciudad, ofreciendo soluciones para mejorar la vida de aquellos que tienen algún tipo de necesidad”

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