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Huelva

“En los plenos cofrades había crispación. Conmigo llegó la calma"

Antonio González, presidente del Consejo de Hermandades, repasa la actualidad de la Semana Santa y su trayectoria en el mundo cofrade

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  • Antonio González -

Si ya apuntaba maneras cuando era capataz, en pocos años se ha convertido en una persona cercana, querida y muy conocida para la sociedad onubense. No hay un acto donde no esté, una inauguración o presentación.

¿Por qué le llaman el ‘Toni de Huelva’?
–Viene desde hace mucho tiempo, yo siempre le decía a mi gente: “Yo con mi Huelva deportiva y marinera, y cofrade”. A partir de ahí empezaron a decirme el ‘Toni de Huelva’. Me lo pusieron hasta mis compañeros de trabajo del banco.

¿Qué salud tiene la Semana Santa de Huelva a día de hoy?
–Excelente. Desde hace algunos años hemos ido dando pasos agigantados. Ya no sólo de cara a la galería y para el público de fuera. El acto Misericordioso nos dio un empujón muy importante de cara al visitante gracias a las redes sociales y a Internet. Nos hemos ganado el respeto de todo el mundo.

¿Cree que hay un antes y un después del acto de la Misericordia?
–Sin lugar a dudas. Además lo dije en la presentación y antes del acto. Y así fue. De cara a Andalucía fue todo un éxito y vino mucha gente ese día a Huelva.

En aquel acto hubo cortejos maravillosos. Sin embargo, otros no fueron acordes con la importancia del acto...
–Hay que tener en cuenta varios factores. Era una fecha complicada porque había gente que estaba de vacaciones y otra que quería ver el acto con la familia, y participar del acto en una silla. Para las hermandades más jóvenes fue difícil completar los cortejos.

Entrando en un tema un poco más espinoso, los estatutos del Consejo están en el olvido. ¿Qué pasa con todo esto y para cuando una solución?
–No, de verdad que no. Cuando nosotros entramos teníamos muchas cosas que arreglar y muchas cosas que solucionar con respecto a la Semana Santa. Los estatutos los dejamos ahí un poco quietos. Luego retomamos la situación y se creó una comisión. Posteriormente, se elaboró un proyecto que fue presentado a las hermandades, quienes quisieron hacer demasiadas enmiendas. ¿Por qué? Pues sería porque el 50% de las cofradías habían cambiado de hermano mayor y junta de gobierno y lo que a unos les parecía bien a otros no. Hubo un trasiego de personas  y se han perdido dos años con este tema. ¿Qué pasa ahora? Que hemos hecho una comisión, en la que nos hemos encontrado sólo dos temas espinosos: uno el tema del Nazareno y otro el del Resucitado.

¿Cree que el problema del Nazareno tiene solución?
–Estoy convencido de que tiene solución, como también la tiene lo del Resucitado. Seguramente el orden de los pasos no ha sido el correcto. Habrá que sentarse primero y debatir algunos aspectos, porque cuando tu actúas de una manera tan rápida, pues no te das cuenta de los errores.

¿Y del Resucitado?
–Entiendo que hay un afán increíble por estar dentro. Hacen muy bien, pero quizás ese ímpetu le lleva a hacer las cosas muy deprisa.

¿Al Resucitado le quedan varios años para entrar en el Consejo?
–El Resucitado no es una hermandad de penitencia, sino una hermandad gloriosa. Para estar dentro del Consejo requiere la hermandad de una serie de modificaciones. Los estatutos dicen que si  estás dentro debes tener un cortejo en condiciones y unas insignias en condiciones. No puedes salir para hacer estación de penitencia hasta que no estés en condiciones, por lo que el Resucitado a lo mejor no podría salir. Hay que buscar el momento oportuno y que sigan trabajando como lo vienen haciendo hasta ahora. Cuando tenga un buen cortejo será el momento de sentarse a hablar. Aunque sean muy optimistas habrá que poner algunos límites y si quieren ir a Carrera Oficial, a lo mejor alguien debe de decirles que no.

¿Cree que con usted llegó la cordura en el tema de los horarios?
–Huelva es una ciudad pequeña, en los plenos cofrades había mucha crispación e incluso había hermanos mayores que se pensaban ir a los plenos porque lo pasaban mal. Creo que ahora hay más normalidad. Me acuerdo que en un Lunes Santo le costó el puesto a un hermano mayor por el tema del horario, ya que por un laudo no pasó por Carrera Oficial e  hizo un recorrido alternativo.  Ese tema ya pasó. Ahora mismo ante los hermanos mayores hay que descubrirse, aunque evidentemente cada uno tira para su lado. Existe hermanamiento y amistad entre todos. El tema del horario no se va a tratar ni este año, ni seguramente el que viene.

¿Qué le pide a la Semana Santa?
–Hombre pues yo pido que haya normalidad, que no haya ningún problema, que no se lastime nadie, que el tiempo nos acompañe y que obedezcamos las indicaciones que nos dé la policía y los agentes de seguridad que están en Carrera Oficial. Quiero que disfrutemos de nuestra Semana Santa, que es muy cómoda y está en un momento magnífico.

¿Se siente querido y respetado?
–Sí rotundo. Lo he observado en el pleno de hermanos mayores. Intento agradar y busco el bien para todos, aunque alguna vez me meta en algún charco.

Guardo gratos recuerdos del día que le ofrecí el llamador del paso de Misterio de la Borriquita...
–Lo recuerdo con mucho cariño. Le pedí permiso al obispo y al alcalde, que estaban conmigo sentados en el palco, y me llenó de emoción ese momento y ese gesto que tuviste conmigo, porque tiempo atrás me puse también delante de ese paso. Fue un detalle que en aquel momento no trascendió porque fue íntimo, pero es muy bonito compartir aquello con todos los cofrades.

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