La delegación onubense de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha elevado al general jefe de la Benemérita de Sevilla un nuevo caso de “falta de personal y descoordinación” que, a su juicio, “ha vuelto a poner en riesgo de agresión a otro guardia civil”.
Según indica la asociación en un comunicado, en el que también hace hincapié en que “la falta de agentes en Huelva se está volviendo endémica”, el pasado 6 de enero en el puesto de Cartaya “se le ordenó a un agente en prácticas que realizara el servicio de atención al ciudadano y de puertas, en solitario, sin que existiera ni guardias civiles profesionales que le dieran apoyo en la unidad, ni tan siquiera una patrulla de seguridad ciudadana en la localidad”.
La AUGC asegura que estos agentes en prácticas, en periodo de formación, “no pueden prestar servicios en solitario”, pero esto se pasaría por alto “al menos en unidades como Bollullos, Almonte, Torre la Higuera en otras”.
Para la asociación, “es evidente que, si parte de los servicios los hacen en solitario, además de poner en peligro su formación, al no tener conocimiento de sus actuaciones, ante cualquier error, en el que no actúen como debieran, pueden ser expedientados y expulsados de la academia, por lo que su carrera profesional se vería truncada, poniendo también en peligro su profesión”. A esto añaden que “ya no sólo se pone en peligro su formación y profesión, sino que se pone en peligro su integridad física, al encomendarles trabajos en solitarios que no deberían ser realizados ni siquiera por un guardia civil profesional”.
Para la AUGC el motivo de estas situaciones es la falta de agentes, pues “es evidente que ante la falta acuciante de guardias civiles sobre todo en los puestos principales, se están nombrando servicios en solitario a estos guardias civiles en prácticas, a fin de poder compensar esta falta de agentes que ya se está volviendo endémica”.
Así, apunta que “desde hace tiempo venimos denunciando la falta de personal, no sólo por los mínimos anuncios de plazas a cubrir en los puestos, sino por la descoordinación y el cada vez mayor número de agentes dedicados a otro tipo trabajos que no son los de prevención de la delincuencia, los destinados a tareas burocráticas, comisionados, agregados y otros asuntos, que merman la cantidad de agentes destinados a estas labores”.
Por ello, reclaman una reorganización de las unidades de la Guardia Civil en la provincia, con el objetivo de “reunir mayores plantillas y mejor dotadas con una adecuada gestión de los recurso humanos y materiales”.