Lograr una cama para ser ingresado desde Urgencias a alguna de las plantas del hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva se ha convertido este jueves una tarea casi imposible, hasta el punto de que este servicio se ha visto colapsado y viendo como la lista se engrosaba sin poder dar salida a los pacientes.
Según ha podido saber Viva Huelva, al menos se han visto afectados más de una decena de pacientes, algunos de ellos que llevaban esperando desde la noche anterior y que han tenido que dormir en los sillones de Mínimos a la espera de pasar a planta porque se determinó su ingreso en el hospital.
Fuentes del Juan Ramón Jiménez han confirmado que “varios pacientes han permanecido en Observación pendientes de un ingreso en las unidades de hospitalización más horas de las habituales y de las deseables en estas circunstancias”.
Sin embargo, matizan que “del análisis de la información obtenida de los registros en el servicio de Urgencias se desprende que el número de pacientes que han acudido a Urgencias se encuentra en cifras similares a otros días”, y la explicación que dan es que se trata de una “situación absolutamente atípica”.
En este sentido, añaden que “en las últimas 36 horas ha habido un importante incremento de ciudadanos que tras acudir a Urgencias han tenido criterio de ingreso, provocando una situación excepcional que a lo largo de la mañana -por el jueves- se ha podido ir solucionando asignándose la camas de manera progresiva para quedar normalizada la situación a lo largo del día”.
Sin embargo, esta explicación no convence a los profesionales sanitarios, que creen que la larga demora en los ingresos se debe al cierre de plantas, motivada, entre otras cosas, por la no contratación de más profesionales a causa de los recortes.
Así, explican que desde principios de junio permanece cerrada una planta de Neumología y Medicina Interna, y a partir del lunes se cerrará otra de Traumatología. Cada planta tiene 32 camas, por lo que los profesionales temen que la situación se agrave.
En cambio, las fuentes hospitalarias insisten en que “la reserva funcional de camas se realiza cada año en la temporada estival coincidiendo con el descenso de la actividad quirúrgica programada, que conlleva una menor necesidad de camas de hospitalización”, aunque “están, en cualquier caso, disponibles si su apertura fuera necesaria”.