El Partido Animalista contra el Maltrato Animal (Pacma) ha lanzado una campaña de envío masivos de faxes, que se ha saldado con la remisión de 2.550 en tres días, para protestar por la autorización a cazadores a disparar a perros abandonados en la localidad onubense de Punta Umbría y pedir tanto a la Junta como al Ayuntamiento puntaumbrieño que se detenga este procedimiento.
En un comunicado, el Pacma ha expuesto que "estos animales no causan un grave perjuicio demostrado que justifique acabar con su vida a tiros". A su juicio, los perros abatidos en Punta Umbría son animales abandonados "a todos los efectos", por lo que reclaman que se aplique la Ley 11/2003 de Protección de los Animales en Andalucía, que establece que "corresponderá a los ayuntamientos la recogida y transporte de los animales abandonados y perdidos, debiendo hacerse cargo de ellos por un plazo mínimo de diez días hasta que sean cedidos o, en último caso, sacrificados".
A esta misma normativa se ha remitido la asociación Justicia Animal en una denuncia remitida a la Fiscalía de Medio Ambiente por estos hechos, a la que ha tenido acceso Europa Press y en la que se especifica que la muerte de los canes podría incurrir en un presunto delito de maltrato animal, con penas de tres a seis meses de cárcel. El colectivo Igualdad Animal, de su lado, anunció que promovería el traslado de un grupo de personas al municipio para intentar rescatar a los animales restantes, según la información trasmitida a Europa Press por su portavoz, Concepción Ponti.
En cuanto a la campaña de Pacma, como primer objetivo cumplido de la campaña, el partido destaca el hecho de que "la Junta de Andalucía haya emitido un comunicado de prensa en el que desmienten que ellos hayan dado autorización a las batidas, lo que nos acerca a la paralización de las mismas".
La acción se ha realizado a través de oiga.me, "una plataforma de movilización distribuida, con software libre y sin ánimo de lucro" que, en su nueva versión, recientemente presentada, ha incorporado el fax a las funcionalidades con las que ya contaba --recogida de firmas y envío de correos electrónicos-- para las acciones de protesta. Para hacer posible el envío masivo de fax, oiga.me cuenta con un sistema de 'crowdsourcing' (microdonaciones), de modo que el pago de estas comunicaciones al operador se sufraga de manera distribuida.
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