Con el objetivo de impulsar cada una de las asociaciones de vecinos que integran la Federación Tartessos, que aglutina gran parte del movimiento vecinal de la capital onubense, la asamblea de representantes decidió rotar su reunión de presidentes para así llegar a todos los barrios.
Como la cuestión de los alquileres, por los impagos del Ayuntamiento, ha sido uno de los grandes problemas que ha afrontado el movimiento vecinal en 2012, y como esto se ha traducido en que varias asociaciones se han quedado en la calle -La Merced, Juan Riquelme y recientemente La Salud, de Pérez Cubilla-, Tartessos ha decidido iniciar estas asambleas rotatorias por las asociaciones sin local.
La primera será la de La Merced, de modo que esta tarde, a partir de las 17.30 horas, la plaza que lleva su nombre acogerá una asamblea de representantes de Tartessos, con la que pretenden hacerse oír, recordar que los problemas del movimiento vecinal no se han solucionado, sino todo lo contrario, se han agravado.
De hecho, el presidente de Tartesssos, Francisco Ruiz, ha recordado a Viva Huelva que a mediados de enero vence el ERTE aplicado a las dos trabajadoras de la federación por la imposibilidad de hacer frente al pago de sus nóminas.
Este será uno de los temas, junto con la reubicación de asociaciones, que se abordará durante la asamblea callejera, que esperan que sirva para que las administraciones pertinentes den un paso al frente para poner fin a la “situación límite” que atraviesa el movimiento vecinal.
Se refiere Ruiz principalmente al Ayuntamiento de Huelva, principal fuente de ingresos de las asociaciones de vecinos, pero también a la Junta de Andalucía, que adeuda una importante cantidad a Tartessos.
En el caso del Ayuntamiento, los impagos corresponden a las subvenciones de 2011 y 2012, una cifra que resolvería el problema de las trabajadoras. Por su parte, la Administración andaluza no ha abonado a la federación el 25% que le corresponde de unos proyectos subvencionados y justificados desde el año 2007.
Todo esto, sumado a que el poder adquisitivo de los onubenses ha menguado tanto en los últimos años y los socios no pueden hacer frente a sus cuotas, hace que la situación se torne insoportable.
Por ello, Ruiz confía en que 2013 traiga bajo el brazo algunos pagos que hagan posible el mantenimiento del movimiento vecinal. Por el momento, están a la espera de una reunión con Participación Ciudadana, en la que tienen puestas todas sus expectativas.
