Convocadas por más de sesenta colectivos políticos y sociales, un millar de personas -según la Policía Local- han salido a la calle este jueves en la capital onubense para mostrar su rechazo al proyecto con el que Fertiberia pretende intervenir sobre las balsas de fosfoyesos y reclamar una “marisma limpia” para la ciudad.
La manifestación, que ha partido desde la plaza de la Merced, ha concluido en la plaza de Las Monjas, donde jóvenes de los movimientos asociativos han tomado la palabra para leer un manifiesto en el que el deseo de contar un futuro mejor para los onubenses ha tomado todo el protagonismo.
“La herencia de la industria química básica está lastrando nuestro futuro y el de las generaciones venideras”, han asegurado, recordando que en el suelo, el subsuelo y el aire de Huelva “hay un vertedero peligroso, radioactivo, tan grande como la propia ciudad”.
Esa “herencia”, han remarcado los jóvenes, “es una lápida” para Huelva, porque la acumulación de 120 millones de toneladas de fosfoyesos y otros residuos tóxicos supone “el ecocidio del estuario y de la marisma, espacios protegidos por leyes nacionales e internacionales”.
El empleo generado, han advertido, “no compensa ni de lejos el cáncer colectivo que el polo químico supone para el estuario del Tinto y el Odiel”. En cualquier caso, han aclarado, la retirada de los fosfoyesos que reclaman también sería “una importante fuente de empleo”.
De la existencia de estos fosfoyesos, han recordado, “son responsables la industria que los ha producido, Fertiberia, las entidades públicas que lo consienten y los partidos políticos que las gobiernan”. Sin embargo, han lamentado, Fertiberia “elude toda la responsabilidad y deja la contaminación a las generaciones futuras” porque su proyecto de actuación en la zona no supone “restaurar” sino “clausurar un vertedero industrial”.
Ante esta situación, las organizaciones que firman este manifiesto, encabezadas por Mesa de la Ría, han advertido que no van “a quedar impasibles ante este nuevo atropello a Huelva”.
Este jueves han alzado la voz para exigir “una marisma limpia, sin fosfoyesos” y “reivindicar un futuro seguro” para los onubenses. “Así se lo exigimos al Ayuntamiento, a la Junta de Andalucía, al Gobierno de España y al Parlamento Europeo”, han dicho.
