Jóvenes y menos jóvenes, viejunos y opositores con fundamento a un inmediato más allá, mayores de 12 en espera ya de vacunación y menores de 80 con las dos dosis entre pecho y espalda. Todos, es decir, todos, parecemos convenir, pasado lo peor de la crisis sanitaria, en asirnos al ‘ahora’ como si no hubiera un mañana. Para quien salva el apocalipsis de una pieza y puede contarlo, aplazamientos y planes quinquenales a estas alturas del telediario, los justos, por no decir ninguno. Es ahora, en este momento, en el tiempo actual, y pare usted de contar. Que un Gobierno que llegó al poder por una sucesión inconmensurable de imponderables, y que desconoce cuántas etapas le quedan por completar, elucubre en torno a nuestra historia común a 30 años vista, las cosas como son, se antoja alarde de escritor de literatura fantástica que huye hacia delante en pos de un desenlace encapsulado en una inspiración todavía no prescrita. Cuando nos corre la prisa. A menos de un mes del primer aniversario del ingreso mínimo vital (IMV), la extraordinaria ayuda a la gente más vulnerable, sin ingresos, sólo llegó a un tercio de los hogares previstos por culpa de irresolubles problemas burocráticos, alta demanda y cambios de criterio. Y sí, es cierto, el Gobierno prorroga finalmente los ERTE y las ayudas especiales a los autónomos hasta el 30 de septiembre, pero, seamos honestos, aquellos que no echan a andar en la desescalada de mayo/junio, ¿lo harán pasados 120 días? Arde Colón. El PP de Pablo Casado, con el viento a favor, huele la sangre y se apresta a dar la batalla en la calle. Y en el Supremo. “Tenemos el Tribunal Supremo controlado por la puerta de atrás”, se atrevió a guasapear a los suyos, en 2019, Ignacio Cosidó, siendo portavoz popular en el Senado. ¿Para cuándo la insufrible renovación del CGPJ? Dicen algunos politólogos que los golpes de Estado ya no se dan con tanques. El Gobierno de Pedro Sánchez ultima un indulto de los presos del ‘procés’ muy medido para que no lo tumbe el Supremo. Rápido, limitado y reversible, publica ‘El País’, anulable si los indultados vuelven a violar la ley. La mensajería instantánea echa chispas: “Por respeto a la legalidad vigente, sin arrepentimiento, no en mi nombre, NO AL INDULTO. Pásalo”. Moción-marco en los ayuntamientos.
Las izquierdas se descoyuntan en procesos internos que las sobreexponen, lo que es bueno de cara a las encuestas, pero abre heridas que no sanarán tan pronto. 400.000 votantes perdió el PSOE-A, de los comicios autonómicos de 2015 a los de diciembre de 2018. Susana dice abominar de los pelotas. Espadas prima la reconciliación. Hierro se conforma con forzar la segunda vuelta. Más madera. La debilidad de la marca ‘Cs’ traza ahora líneas de cordialidad con sus socios. La armonía entre Julio Millán y María Cantos hace que se congratulen al unísono, sin codazos, de su primer superávit: su primer hijo sano. Ahorro forzoso y tardanza de la Junta en dar su plácet a torcer en la reactivación del tranvía. El alcalde apela "a los propietarios a que den un paso adelante" para el desarrollo del sector SUNP 5, donde está prevista la ampliación de la UJA, trascendente de cara a las nuevas demandas de vivienda y porque, además, "permitiría obtener ese suelo de más de 100.000 metros cuadrados" que el Consistorio debe a la UJA desde que el año 2000 se suscribiera la conversión de Peritos en El Corte Inglés. Varios propietarios en liza, avezados constructores-urbanistas del campus, de ayer y hoy, y hasta la familia de un juez con posibles. Forzar un acuerdo en una zona revalorizada para dinamizar el crecimiento de la ciudad. La UJA, tan importante para Jaén, siempre en la rotonda del interés general. El consejero de Transformación Económica y Universidades, Rogelio Velasco, se tiznó aventurando una más pronta implantación del Grado de Medicina en Almería y tuvo que venir una semana después a Jaén a templar gaitas. Café para todos. La UJA es Jaén, hoy más que nunca. En su consejo social se conjeturó recientemente acerca de un saludable relanzamiento de la CEJ y, dicho y hecho, se hará sin necesidad de injertos. Ahora es hoy. El vicepresidente, Bartolomé González, con el respaldo de las organizaciones de mayor peso, relevará el 29 de junio al presidente saliente, no doliente, Manuel Alfonso Torres, que habrá que ver si se mantiene en el staff representando al imprescindible sector aceitero. El jueves, en animado almuerzo, MAT revelaba las razones de su paso atrás a Luis Carlos Valero y Ramón Calatayud, vieja guardia en la estructura funcionarial patronal, inasequible al desaliento. Por su parte, el ilustre sanedrín de los Vañó, Arévalo y Meseguer, reserva proa-ctiva, ni quita ni pone rey, ni intriga ni tutela, sólo observa, otea el horizonte sin maledicencias. O sea.
