Tras una resolución de la Administración gallega del pasado 23 de septiembre, en la que acordó su internamiento, reclama ahora la tutela a la familia, de etnia gitana, al no haber podido proceder a su ingreso en la institución decidida.
La Administración gallega ampara su resolución en el riesgo que corre el menor de padecer graves secuelas, a causa del grado de obesidad, unido a la falta de tratamiento, agregaron las fuentes citadas.
Después de un estrecho seguimiento, realizado en el Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHOU), de los hábitos alimentarios del pequeño desde 2005, en colaboración con la Concejalía de Sanidad de Ourense, la Xunta acordó su internamiento en el centro de menores de A Carballeira.
Por su parte, el letrado de la familia, José Manuel Rodríguez, acusó a la Xunta de “falta de sensibilidad”, por su pretensión de asumir la tutela del menor. En declaraciones a Efe, Rodríguez denunció que “no consta ni un solo informe psicológico sobre el trauma que podría suponer erradicarlo de su familia”.
Subrayó que, después de acudir a la vista que tuvo lugar este miércoles en Ourense, ante la petición de los padres para mantener la custodia, el menor se encuentra muy bien, muy sano y está muy feliz.
Lejos de admitir la “situación de desamparo”, aducida por la Xunta de Galicia, Rodríguez defiende “dar apoyo a los padres para que puedan corregir los hábitos alimentarios del menor”, que, “en sólo un mes y medio adelgazó diez kilos”.
El sobrepeso y la obesidad, que ya afectan a cerca del 20% de los niños y adolescentes en España, puede provocar que se acorte la esperanza de vida y se dé la paradoja de que nuestros hijos vivan menos que nosotros, advirtió ayer el jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Clínico de Santiago de Compostela, Felipe Casanueva.
