España 72
España perdió su condición de invicta en el último partido de preparación para el Campeonato de Europa de Polonia, que comienza la próxima semana, ante una Lituania que tuvo en los triples y en una agresiva defensa, apoyada por la permisividad arbitral, sus principales armas.
Los lituanos salieron como lobos hambrientos, jaleados por once mil gargantas, buscando una victoria balsámica que relanzara su moral ante el inminente Europeo, que comienza el próximo lunes en Polonia.
Pese a que los primeros puntos cayeron del lado español, Lituania se puso por delante en varias ocasiones, mientras que los jugadores de Sergio Scariolo acusaban, quizá en exceso, el gran ambiente de las gradas.
Los ataques se impusieron a las defensas en el primer cuarto, gracias en parte a la ayuda arbitral, muy permisiva en el contacto de los locales en defensa.
Un triple en los primeros segundos del segundo cuarto elevó el marcador a 26-18, una diferencia considerable que obligaba a España, por primera vez en todos los partidos de preparación, a remar a contracorriente.
La igualdad (36-36) llegó a poco más de dos minutos para alcanzar el descanso gracias a no rehuir la batalla y demostrar a Lituania que España también sabe jugar con una fuerte defensa con contactos y con ataques elaborados.
Sin embargo Lituania supo seguir con la inercia y se marchó al descanso con seis puntos de ventaja (46-40), con siete triples conseguidos por uno solo de España.
Nada que ver con la Lituania que perdió en Sevilla el pasado 21 de agosto por 100-74. Un verdadero partido de preparación. En poco más de tres minutos España volvió a estar a más de diez puntos de Lituania (56-45) y a partir de ahí fueron despegándose los lituanos.
España perdió su condición de invicto, pero quizá ganó algo: saber que tiene que jugar a tope si quiere ser campeón.