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La comisión no investigadora

Muy mal tienen que verse cuando no se les ocurre otra defensa que remontarse a historias socialistas de hace 25 años para echar balones fuera en torno al masivo espionaje denunciado durante las últimas semanas en la Comunidad de Madrid...

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Muy mal tienen que verse cuando no se les ocurre otra defensa que remontarse a historias socialistas de hace 25 años para echar balones fuera en torno al masivo espionaje denunciado durante las últimas semanas en la Comunidad de Madrid. Ese despeje de Esperanza Aguirre se volverá contra ella, pues si aquellas historias dieron con los socialistas en la derrota electoral, exactamente lo mismo va a suceder ahora, y con más motivos, con el PP en la Comunidad de Madrid. Y encima, con las divisiones fratricidas que se gastan y con las ganas que a Esperanza le tienen infinidad de gentes de su propio partido, dentro y fuera de Madrid. Eso de la seña de identidad socialista a que alude la presidenta se vuelve también en su contra, pero por otra seña de identidad: la de la masiva corrupción urbanística del PP, especialmente en los últimos años. Las detenciones de ahora mismo en el municipio madrileño de Boadilla del Monte, y con trama en otros aledaños y en Valencia y Cádiz al menos, llegan en el momento más inoportuno.

Ese momento es cuando en la Asamblea de Madrid asistíamos al escándalo de la puesta en marcha de una falsa y trucada comisión investigadora. Una comisión tramposa denunciada por la oposición de izquierda y que puede terminar como el rosario de la aurora en el momento en que PSOE e IU no aguanten más y dejen plantado y solito al PP para no ser cómplices de la gran mentira que se pretende fabricar. La izquierda no debe transigir ahí, como no debió hacerlo aceptando la repetición de las elecciones tras el tamayazo de 2003 que arrebató la victoria de la izquierda y terminó con Aguirre en el poder. En cualquier caso, no se piensen que el truco del almendruco de la comisión no investigadora les va a servir de mucho, pues los hechos e indicios son tan abrumadores que ni con el gran truco van a salirse con la suya. La vigilancia política y la de los medios informativos, junto a la presión ciudadana, impedirá un cierre en falso del gran escándalo del espionaje político en la España democrática. La higiene democrática es imprescindible para la salud del sistema.

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