Un coloquio sobre la ópera 'La Bella Susona', con la participación del autor de la obra, Alberto Carretero; del director de escena, Carlos Wagner, y José María Jurado García-Posada, entre otros, con Victora Stapells como moderadora, ha protagonizado este lunes la antesala de su estreno absoluto en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, junto al ensayo general de la ópera, celebrado con posterioridad.
El debate en torno a la 'Bella Susona' ha tenido lugar en el propio teatro como una de las actividades previas a la representación de la obra. Un acto organizado en colaboración con la Asociación Sevillana de Amigos de la Ópera (ASAO), con entrada libre y gratuita hasta completar aforo.
Se trata de una ópera encargo de composición de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS), cuyo estreno absoluto tendrá lugar el próximo 13 de marzo y que llevará al espacio escénico del Paseo Colón una historia de "amor y traición en una Sevilla de leyenda".
Producción propia del Teatro de la Maestranza en colaboración con el Auditorio de Tenerife, 'La Bella Susona' narra la historia y leyenda de la bella judía sevillana del siglo XV Susana Ben Susón, que traicionó a su padre, Diego Susón, desvelándole a su amado, un caballero cristiano de gran linaje, la existencia de aquel complot del que el padre era cabecilla.
La ópera se centra en la historia de esa bella judía y cuenta cómo los componentes del grupo conspirador fueron arrestados y ejecutados. Susona, repudiada por su gente, se convirtió al cristianismo, pero también estos, al igual que su amado, la despreciaron. Abatida por las consecuencias, Susona se retiró a un convento y ordenó que, a su muerte, su cabeza fuera colgada sobre la puerta de su casa.
Carretero es compositor y catedrático de composición del conservatorio superior de música Manuel Castillo de Sevilla, musicólogo, ingeniero informático, periodista y doctor en artes. Ha ganado los premios Injuve y la Beca Leonardo (Música y Ópera) de la fundación BBVA, entre otros, y ha estrenado piezas en el Carnegie Hall de Nueva York y el Ircam-Centro Pompidou de París.
