El Ministerio afgano de Interior informó, en un comunicado, de que quince civiles y dos agentes policiales perdieron la vida como consecuencia del ataque, a cargo de un suicida que detonó la carga que transportaba en un vehículo.
De acuerdo con el cómputo oficial, 63 personas, la mayoría civiles y también 13 policías, resultaron heridas en la explosión, que tuvo lugar frente a la embajada india y cerca del Ministerio del Interior y otras sedes oficiales, en el área kabulí de Shahr-e-Naw.
La insurgencia talibán ha reivindicado la autoría del ataque y ha elevado la cifra de víctimas mortales a 35, entre las que figuran trabajadores de la embajada india y soldados afganos y extranjeros.
En un comunicado difundido en una web talibán, los extremistas aseguraron que el objetivo del atentado era la legación diplomática india, que ya fue atacada el 7 de julio de 2008, cuando un atentado acabó con la vida de 44 personas, cuatro de ellas personal indio de la embajada y el resto civiles afganos.
El presidente afgano, Hamid Karzai, condenó el ataque de ayer, que calificó de “acto terrorista” contra el “pueblo inocente” de Afganistán.
En Nueva Delhi, la secretaria del Ministerio indio de Exteriores, Nirupama Rao, constató que el ataque tenía como objetivo la legación diplomática india.
“Creo que la bomba suicida estaba dirigida contra nuestra embajada porque el suicida llegó hasta el muro del perímetro exterior en un vehículo cargado de explosivos”, declaró en una comparecencia ante la prensa televisada por el canal NDTV.
Rao añadió que tres miembros de las fuerzas de control de fronteras indios, encargados de la seguridad exterior de la sede diplomática, sufrieron heridas leves por el impacto de metralla.
“He hablado con nuestro embajador en Kabul y me ha informado de que todos los funcionarios y el personal de nuestra embajada están a salvo”, aseguró.
También precisó que la intensidad de la deflagración fue “más o menos similar” a la de julio de 2008, en la que dos diplomáticos perdieron la vida.
Tras aquel ataque, también perpetrado por un suicida, el Gobierno indio adoptó una serie de medidas para reforzar la seguridad de la embajada que, en opinión de Rao, han funcionado y han evitado “lo que podría haber sido una tragedia similar a la de julio de 2008”.
El embajador indio en Kabul, Jayant Prasad, explicó al canal CNN-IBN que el muro de la sede diplomática se derrumbó parcialmente por el impacto de la explosión y que el ataque causó daños en la torre de vigilancia, mientras que varias “puertas y ventanas saltaron por los aires”.
Varios vehículos aparcados en la zona quedaron destrozados por la deflagración, que dejó un enorme cráter y ocurrió a una hora de gran movimiento de personas hacia sus puestos de trabajo.
En un comunicado, la fuerza ISAF de la OTAN dijo que el ataque no ha causado víctimas entre sus soldados.
El atentado de ayer tiene lugar el día después de que se cumplan ocho años de la invasión de las tropas de EEUU en Afganistán. Los talibanes afganos emitieron un comunicado en el que aseguraron que continuarán luchando por la independencia del país.