El ocho veces campeón del mundo regresa a Europa dolido tras su caída del pasado domingo en Indianápolis, en Estados Unidos, que propició que su compañero en el equipo oficial Yamaha le recortara la mitad de la ventaja que le sacaba y la victoria en el histórico trazado americano.
Cuando el campeonato enfila su recta final, a falta de cinco pruebas: San Marino, Portugal, Australia, Malasia y la Comunidad Valenciana, el piloto de Tavullia ha visto cómo el de Palma de Mallorca le reducía la diferencia a 25 puntos, los que suma el que gana un gran premio.
Rossi se impuso a Lorenzo el año pasado en Misano, en una pista que reconoce que, a pesar de la cercanía de su pueblo, no le gusta. El español, por su parte, también sabe lo que es ganar en este circuito pues lo hizo en 250 cc.
Lorenzo comentó ayer en Misano que “realmente” el campeonato no le interesa “demasiado” y que lo que le “interesa es ganar carreras”.
“No me siento en territorio rival. Me siento bastante querido, de momento no me ha abucheado ninguna persona aquí, en Italia”, dijo el segundo clasificado en el Mundial, que espera acercarse aún más al campeón italiano.