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Pedro Sánchez se compromete a consultar a la militancia un posible pacto de gobierno

Reitera su 'no' a Rajoy y dice que tenderá la mano a derecha y a izquierda, aunque carga contra Podemos por hablar sólo de sillones

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El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se ha comprometido este sábado a consultar a la militancia si llega a un acuerdo de investidura o de gobierno con otros partidos, en un proceso de negociación que ha asegurado que será "en abierto, con luz y taquígrafos".

   Así lo ha anunciado el líder de los socialistas a sus compañeros del Comité Federal, reunidos en Ferraz para aprobar la fecha del próximo congreso del partido y con la intención de debatir sobre los posibles pactos que se puedan alcanzar para formar una mayoría alternativa al PP y sus compañeros de viaje.

   "Que nadie se preocupe", ha afirmado Sánchez, después de garantizar que el proceso será transparente. Así, ha dicho que cualquier decisión que se pueda tomar "de negociación y de acuerdo" tendrá "todos los filtros posibles, todas las garantías" y será ratificado por el Comité Federal.

   Pero, además, ha dicho, se someterá a la opinión de las bases, ya que ha explicado que se hará "una consulta a la militancia", para que se pronuncie sobre ese eventual pacto, que buscará fiel a la resolución que aprobaron los socialistas el pasado 28 de diciembre.

   Así, ha insistido en su 'no' al PP y en su voluntad de tender la mano a izquierda y a derecha para intentar forjar un gobierno progresista. "Yo no voy a ser presidente a cualquier precio, pero tampoco estoy dispuesto a que los españoles paguen el precio de otros cuatro años más de derecha al frente de las instituciones", ha afirmado.

SI RAJOY NO LO HACE, ÉL ASUMIRÁ SU RESPONSABILIDAD

   El líder de los socialistas ha insistido en que debe ser el líder del PP, Mariano Rajoy, el que se someta en primer lugar a una investidura, porque su partido fue el más votado el pasado 20 de diciembre, pero ha asegurado que si no lo hace, él sí asumirá su responsabilidad.

   Lo ha dicho después de cargar contra Rajoy por haber llevado a España a un "bloqueo institucional y político" al declinar la petición del Rey de presentarse a una investidura, una decisión con la que, además, "deja en situación muy complicada a la Casa Real". Y le ha instado a dejar la política si no se somete al Congreso: "Si no va a la investidura, mejor que se vaya a su casa", ha dicho.

   Además, ha reiterado que, como ya aprobaron los socialistas el pasado 28 de diciembre, su partido votaría no a esa investidura: "Que abandone toda esperanza, el PSOE no va a indultarlo con su voto", ha dicho, dirigiéndose al líder del PP, a quien ha dicho que los socialistas no van a "indultar".

   Sánchez ha defendido que el PP y la corrupción "son como una historia interminable" y ha citado tres asuntos concretos: la imputación del PP por el borrado de los discos duros del extesorero Luis Bárcenas; el caso Acuamed, que "afecta" al comisario Miguel Arias Cañete, y el "escándalo" en Valencia, donde han sufrido un "saqueo" por parte de la Administración 'popular'.

   Por todo esto, ha insistido en que es "fundamental" que el PP salga del gobierno para que haya "regeneración" y se renueve su liderazgo "de abajo a arriba". En su opinión, la estabilidad en España no la puede proporcionar "un partido carcomido por la corrupción".

   A partir de aquí, Sánchez ha insistido en que, si el PP no asume su responsabilidad o fracasa, será el turno del PSOE e intentará formar un gobierno progresista y reformista que "ponga fin" a las políticas del partido de Mariano Rajoy.

   Para ello, ha insistido en que hará un proceso limpio y desde la "buena política" y no de la "vieja política" que, ha dicho, han protagonizado algunos con "nuevos atuendos", en clara referencia a Podemos, partido a quien no ha mencionado en ningún momento.

   Sánchez ha cargado contra el partido morado al denunciar esa "vieja política" que está "más pendiente de los sillones, de dónde se colocan en el Congreso de los Diputados o del número de grupos parlamentarios".

   Pero también ha denunciado las, a su juicio, malas prácticas del PP, por proponer un "intercambio de cambios obsceno" al ofrecer al PSOE "estabilidad" en ayuntamientos y comunidades autónomas a cambio de un pacto a nivel nacional. "No lo vamos a tolerar", ha dicho.

   Pero, a la hora de hablar de pactos, Sánchez se ha dirigido a los nuevos partidos, Podemos y Ciudadanos, aunque sin mencionarlos en ningún momento, subrayando que el cambio "no es de personas, es de políticas". Por ello, ha insistido en que quiere hablar de "programa, programa y programa".

   "No vamos a hablar de sillones, de composición de gobiernos, de lo que vamos a hablare es de lo que le importa a la gente, de las políticas, de las soluciones a los problemas", ha remachado, dirigiéndose a los que quieran "sentarse a hablar" con el PSOE.

¿SUS POSIBLES SOCIOS?

   Sobre sus posibles socios, ha explicado que en la resolución del 28 de diciembre ya se dejó "meridianamente claro": "Hemos dicho que España necesita grandes transformaciones que van a necesitar dejar atrás el frentismo del PP, hablamos de un gobierno progresista y reformista porque queremos tender la mano a izquierda y a derecha, porque las grandes transformaciones exigen de una condición necesaria, que no haya frentes en el país", ha recalcado.

   Eso sí, sin mencionar en ningún momento a los partidos nacionalistas, Sánchez ha recalcado que la resolución de diciembre "sigue vigente". Ahí, el PSOE aseguraba que no se sentaría hablar con ningún partido que no renunciara a planteamientos rupturistas, pero algunos dirigentes en las últimas semanas han defendido que hay que acotarlo más y rechazar también el apoyo "pasivo", vía abstención, de estos partidos.

"EL PARA QUÉ CONDICIONA EL CON QUIÉN"

   Así, Sánchez ha insistido en que, para hablar con otros partidos, el PSOE pondrá por delante las ocho grandes transformaciones que quiere para España, que van desde pactos por la Educación y contra la violencia de género, hasta la reforma de la Constitución.

   Esto será lo que el PSOE pondrá encima de la mesa al conjunto de las fuerzas políticas. "Será en el para qué lo que defina el con quién", ha subrayado, para después insistir en que, por esto, el PSOE no quiere hablar de "sillones". "Huyamos de los sillones y de los debates de los frentes, hablemos de lo que le importa a la gente", ha vuelto a decir.

   Y esto, ha explicado lo dice "con respeto", una actitud que ha echado de menos en otros partidos. "Estos últimos diez días he sido víctima de arrogancia o también de desplantes y les he respondido con respeto", ha explicado, para después insistir en que ha contestado como lo ha hecho por respeto al PSOE, al proyecto socialista y a los "millones de españoles que quieren y exigen a políticos" que estén "a la altura de las circunstancias y de los desafíos que tiene el país".

   "En eso también somos distintos a otras formaciones políticas", ha dicho, provocando uno de los mayores aplausos a su discurso, que ha durado algo menos de media hora y ha dado paso después al debate, ya a puerta cerrada.

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