El portavoz del Grupo de IU en el Ayuntamiento de Sevilla se ha pronunciado en el debate sobre la inclusión de la publicidad de Cruzcampo instalada en muchas bicicletas del sistema público de alquiler de ciclos 'Sevici', señalando que ésta pone de manifiesto, "una vez más, la inquietante primacía de la publicidad y del mercado en casi todas las esferas y órdenes de la sociedad".
En una entrada en su blog, recogida por Europa Press, Torrijos asegura que no pretende "propiciar una polémica de envergadura, ni tampoco hacer de este tema 'casus belli' contra el gobierno local del PP", si bien es contundente a la hora de afirmar que "no me gustan esas cajas de botellines colocadas a modo de cesta delante de los manillares".
"Pienso que éstas no encajan estéticamente con la finalidad del servicio prestado y que el cambio es, además, contraproducente para los usuarios, a los que se les resta un espacio importante para ubicar sus objetos personales mientras se desplazan sobre ruedas", ha indicado el otrora concejal de Infraestructuras para la Sostenibilidad, bajo cuyo ámbito de competencia quedaba precisamente este servicio.
Según Torrijos, "en este caso se ha preferido priorizar el impacto visual de la marca del producto que se quiere publicitar, aunque ello vaya en detrimento de la comodidad e incluso de la seguridad de los beneficiarios de este servicio público". "Y eso por no hablar de la humillante sensación que para ciertas personas puede resultar la idea de circular con esa caja de cervezas a cuestas, cual repartidores de botellas, convirtiéndose contra su voluntad en hombres o mujeres anuncio", ha añadido.
El portavoz municipal de IU dice que la dinámica es "para preocuparse", puesto que "cada día nos parecemos más a países como Estados Unidos, donde apenas se distinguen fronteras entre el negocio privado y el ámbito público; allí hace tiempo que las grandes multinacionales entraron a saco hasta en los colegios a través de la publicidad en los libros de los niños y programas con los que gratifican a las escuelas por incitar a los padres a comprar sus productos".
Para Torrijos, el gobierno local, "si hubiera querido", podría haber evitado el "despropósito", pero, sin embargo, "ya no hay Oficina de la Bicicleta porque la han desmantelado, de modo que la interlocución que había antes con la concesionaria y con el mundo de la bici se ha mermado considerablemente".
Ha apostillado que "si lo de las cajas de Cruzcampo hubiera ocurrido con IU en el gobierno local nos hubieran llovido las críticas de todos lados y más de uno hubiera pedido mi dimisión de manera urgente".