Hace pocos días me comentaban la posibilidad de que Arenas sea el candidato del PP al parlamento europeo. Claro que si fuera por Mariano no nombraría ni cabeza de lista, porque lo único que le importa al PP en las europeas es que los ciudadanos castiguen a Zapatero y le muestren su cabreo, así lo repiten incesantes los pregoneros oficiales del rajoyismo. ¿Europa?, eso a quién le importa, lo que importa es el voto de castigo al PSOE.
A mí, la verdad, es que me extrañaría que Javier aceptara irse a Bruselas, un lugar tan lejano y tan absorbente que le robaría un tiempo precioso a su tarea preferida desde hace algunos años, enredar en el PP. Sin embargo, y bien pensado, poner a Javier de candidato sería algo justo, puesto que alguien como Mayor Oreja no tiene nada que ver con el mensaje y las formas de este nuevo PP marianil. Arenas Imedio, que le llamaban el niño cuando comenzó y que va camino de que le acaben llamando el abuelo cebolleta, que ni gana guerras ni deja la metralleta, sería el cartel ideal, la efigie que encajaría a la perfección con este Partido Popular que sigue sin aclarase a sí mismo no lo que quiere, el poder, sino como llegar a él. Ya sabemos que muchos se han esforzado en sugerir, así como susurrando, que Mayor Oreja sería un buen candidato, pero no hay que perder de vista a la resistencia de Cospedal a mojarse en el asunto, oráculo imprescindible a la hora de intentar descifrar los designios del puro.
Arenas, es verdad, ha protagonizado los últimos líos en el PP a cuenta de la financiación y de la ETA. Una financiación que no se aclaran ni entre ellos mismos y que tiene camino de acabar como con las reformas de los estatutos en la legislatura pasada, que el PP no quería y, al final, ha sido el partido que más ha participado y promovido la reforma de los estatutos. Por esto mismo Zarrias es injusto cuando acusa a Arenas de ser un obstáculo para Andalucía. Hombre, Gaspar, si no fuese por Javier no habríais podido sacar adelante ese nuevo estatuto de la realidad nacional andaluza. Aunque claro, ahora Javier culpa de todo al estatut catalán y se olvida de que el suyo, el andaluz, tiene copias exactas del estatut de Montilla. Ay, Javier, esa memoria…
Claro, que también dijiste que te irías de la política cuando Aznar se fuese, pero ya se sabe que el partido obliga a ciertos sacrificios. Pues Javier, tú que eres el hijo del centrismo, el padre ya se sabe que fue Fraga, si te lo pide Mariano, sacrifícate por España, aunque sea tu tumba política.