Si algo no se le puede criticar al Ayuntamiento de San Fernando es que se emplee en tenerlo todo mangas por hombro en las calles con las zanjas abiertas y las obras sin hacer y que dentro de su propia casa lo tenga todo como los chorros del oro. La denuncia de los cuatro sindicatos municipales -que pocas veces se ponen de acuerdo- sobre la situación de los catorce operarios que trabajan en los Servicios de Electricidad ubicados junto a la Venta de Vargas, deja claro que la situación de caos es generalizado tanto de puertas adentro como de puertas afuera y que una obra urgente paralizada dos veces no es un caso especial, sino lo más cotidiano que se puede encontrar. Mientras tanto y en la misma jornada, los responsables de distintas delegaciones se reunían para ver qué se puede pedir a los programas del Estado para obras municipales. Se supone que después de saber cómo pedir el dinero, se dedicarán a priorizar los trabajos, sean o no para el Bicentenario.