La Comisión Europea calcula que la economía española crecerá un 4,5% en 2022, situándose medio punto porcentual por encima de lo previsto en verano, mientras que la previsión de crecimiento desciende al 1% para 2023 y repunta al 2% para 2024, por lo que España salvaría una recesión técnica que sí afectará al resto de la Unión Europea (UE).
Asimismo, aumenta la previsión de repunte de la inflación española hasta el 8,5% para el presente ejercicio, frente al 8,1% estimado en julio, pero prevé una reducción de hasta el 3,4% para 2023 y del 2,3% para 2024.
Esta cifra se sitúa, no obstante, por debajo del 9,3% del pronóstico comunitario de inflación, que se prevé que descienda a un 7% en toda la Unión Europea para 2023 y hasta el 3% en 2024.
El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha señalado que espera que la economía de la UE "se contraiga tanto en el actual como en el primer trimestre de 2023, una recesión técnica que será generalizada en todos los componentes de la demanda, pero también en todos los países, y la mayoría de los Estados miembros experimentará dos trimestres consecutivos de contracción".
La actualización de las previsiones económicas de Bruselas apunta a un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) de España del 4,5% en 2022, medio punto porcentual por encima del pronóstico presentado el pasado julio, pero 2,2 puntos porcentuales por debajo de las previsiones de primavera, cuando se situaba en un 6,3%.
España también se sitúa entre los países con mayor disminución de la tasa de desempleo, junto a Lituania, Suecia o Italia, pasando del 13,3% al 12,4%.
En lo que respecta al conjunto de la Unión Europea (UE), Bruselas eleva al 3% su previsión de crecimiento frente al 2,7% de las previsiones de verano, pero reduce del 1,5% al 0,5% el pronóstico para 2023.