Cuando creíamos que el culebrón pancatalanista empezaba a languidecer, Puigdemont sale a la palestra y anuncia que se presentará con la marca Junts per Catalunya a las próximas elecciones catalanas del próximo veintiuno de diciembre, con una lista transversal donde las figuras independentistas tendrán un papel relevante. A su fracasado nombramiento de la República Catalana, su vergonzante estampida dejando tirado a los suyos, su irrisoria búsqueda como figura internacional de exiliado político, cual Platanito de la política, o sus ya conocidas artimañas previas al circo que han montado, prosigue con su huída hacia delante anunciando sus pretensiones electorales. Pretensiones que nos hacen recordar, al menos para mi gusto, el mejor wthatsapp de voz del año que dice: “Ya está claro qué grupos se presentarán el 21 de diciembre para pedir la independencia de nuevo: Junts pel sí, Junts pels pèls, Pèls pel sí, No tinc pèls, Pèls per mi, Tots pels pèls, Just for men, Mens (sic) in love, I have a pen, Gays are you, One you per tu, Empatem per you, Això ja (ininteligible), Volem comú en podem, Follem comú, Comuns som tots, Follem si tu vols, Tots som més, Més per jo, Jo sí que sí, Ara veuràs tu, Puja por aquí, Caguem tots junts, Junts som més, Catalunya sí que es pot, Lo que es pot ho decidiu, PDeCAT, La CUP, El pit, Jo te la xup, Pim pam pum, Aquí tenim foc, Cuando haces pop ya no hay stop, Cat de (Ataque de risa), Cat de Pot, Pot el que vol, Vol el que Cat, Cat decidiu, Necessito un Kit Kat, Cat des moix (?), Vaig molt fort, Me la bufa tot i ficar això (ininteligible)…”
Más allá de las previsibles claves políticas que ha ido marcando el independentismo catalán, a nadie se le escapa la maloliente cortina de humo que ha corrido entorno a la farándula radical para tapar lo que de verdad les interesa de todo esta marejada, que no es otro que el parné. Más allá de deslindes territoriales, juego de banderas, adoctrinamiento en los colegios, búsqueda constante de mártires por la causa, etc. El auténtico interés que mueve a quienes han orquestado la “operación independencia del cachondeo” no es más que el económico y el de pisar la pestilente alfombra que cubre las mierdas de la corrupción nacionalista y su tres per cent para que no la aireen. Y si no que le pregunten a Maricarmen Forcadell, que tras pagar una de las noches más caras de hotel en Alcalá Meco, ha recuperado el sentido común. n
