El pasado lunes 23 de julio no menos de 700 personas acudieron al acto de inauguración de la tercera edición de INSOMNIA, festival de cine fantástico de El Puerto de Santa María que arrancó con un concierto al aire libre de bandas sonoras a cargo de la Dark Side Symphonic Band, compuesta por músicos profesionales de la bahía que nos deleitaron con las melodías de las películas más conocidas de la década, como
El señor de los anillos,
Star Wars,
Harry Potter o
Los cazafantasmas, y con temas que han transcendido desde la televisión, como la famosa pieza que abre cada capítulo de la serie
Juego de tronos.
A la exitosa iniciativa le siguió la proyección de la primera película del festival, que podemos decir que se ha consagrado como un evento de vital importancia para el fomento de la cultura y la cinefilia en nuestra ciudad, ofreciendo la oportunidad de disfrutar de un cine diferente, especial, poco accesible para el espectador medio y en el que predominan el terror y el fantástico.
A continuación podrán leer breves reseñas de las cintas proyectadas durante las primeras tres noches de festival.
En todas ellas el patio del edificio San Agustín estaba lleno hasta la bandera, con un público entregado que, además de sufrir toda clase de sustos, dejó cada noche sembrada de risas, aplausos y vítores.
Game of Death
Entretenida comedia gore cuya divertido planteamiento se queda en premisa desaprovechada. Arranca algunas risas, pero en general las muertes se vuelven repetitivas y su desarrollo predecible. Posee un ligero debate moral acerca de la supervivencia de los enfermos terminales que no está mal llevado, pero podría haberse aprovechado más.
Su estética de videoclip no termina de convencer, y los insertos de clips grabados con el móvil apenas tienen un sentido narrativo más allá de intentar dramatizar un poco las muertes, sin éxito, claro, porque la película ofrece pura diversión autoconsciente y todas se aplaudieron. La banda sonora sí es destacable y conjuga muy bien con su espíritu de videojuego ultraviolento en el que todo el mundo, tarde o temprano, acaba ganando.
The Killing of a Sacred Deer
Qué escribir sobre
The Killing of a Sacred Deer (2017) que no se haya escrito ya.
La capacidad que tiene el director, Yorgos Lanthimos, para desmenuzar las estructuras y relaciones socioculturales contemporáneas a través del fantástico es digna de admiración. Si
The Lobster (2015), su anterior película, definía todo lo que no es el amor en clave distópica, su siguiente cinta destruye el concepto de familia y destapa sus más vergonzosas miserias utilizando como base —narrativa y formal— la tragedia clásica, concretamente adaptando el mito de Ifigenia, de Eurípides, al que se hace referencia explícita en la película.
Asistir al colapso del núcleo familiar mientras se desintegran uno a uno los vínculos que unen a sus integrantes es tan abrumador que, en público, lo único que nos libera un poco de no caer en la locura es soltar una risita nerviosa de pura incomodidad.
Better Watch Out y La profecía
Sorprendentemente,
Better Watch Out (2016) mejora con un revisionado, y más si es vista en compañía, como ocurrió el pasado miércoles. Definida por Manuel Quintero, organizador del festival, como una versión en clave de terror de Solo en casa (1990), esta comedia hace las delicias de los fanáticos del subgénero “home invasion”, revirtiendo algunas de sus claves narrativas y sorprendiendo al espectador con giros para nada previsibles. Destaca lo bien orquestada que está su primera mitad, mostrando una planificación enfermiza diseñada para pervertir la concepción del espectador sobre lo que está sucediendo, hasta que se rompe en su mitad con un fundido a negro justo tras desvelarse el villano. Y qué gran villano.
Destacar el diamante en bruto que es Olivia DeJonge, futura “scream queen” del terror adolescente. ¿Secuela ya? La segunda proyección de esta sesión doble se inició pasada la media noche y el terror se apoderó del ambiente con la banda sonora que acompaña los créditos iniciales de
La profecía, el clásico de 1976 dirigido por Richard Donner. La película se proyectó con su doblaje original de 1976, y pudimos disfrutar de ella tal y como lo hiciese el público de aquella década, dejándonos contagiar por su atmósfera sobrecogedora. Una película que se puede redescubrir en la actualidad, ya que no deja de estar vigente su argumento impregnado de paranoia y horror sobre el alzamiento definitivo e irremediable del mal más diabólico.