Decíamos hace una semana que las cuentas municipales entraban de nuevo a escena, y en ésta nuevamente lo son y por cuestiones que reflejan la realidad portuense en cuanto a cifras se refiere. Hacienda avisa, y parece que esta vez va en serio, que el tiempo se agota y antes de que acabe la próxima semana, el Ayuntamiento deberá haber ya emitido un plan de ajuste para hacer frente a los proveedores que siguen esperando pacientemente ser pagados, para el caso contrario se intervendrá y retendrá todos los ingresos para que estos sean abonados esta vez sí en tiempo y forma.
El paso ya lo marca el Ministerio, que parece decir basta ante la morosidad institucional establecida. Los 3.000 millones de euros de las catorce entidades públicas señaladas bien vale la advertencia.
Y en cuanto al Presupuesto de 2018, el más bajo del siglo XXI, solo se empleará el 6% para pagar las deudas contraídas, o lo que es lo mismo, que los números siguen sin cuadrar ante las obligaciones de sacar adelante las cuentas municipales que llegan a lo justo para hacer frente a las obligaciones diarias.
Los más de 28 millones de euros, un tercio del total, para personal (uno de cada tres euros) lastran un Presupuesto que, para el caso de ser aprobado, deberá responder a las demandas ciudadanas. La economía local debe tomar cuenta del pasado para hacer un porvenir mucho más próspero.