El Puerto vuelve a contar este año con las banderas azules que la entidad ADEAC otorga a los municipios costeros españoles, gracias, entre otros factores a la gestión realizada por la empresa municipal Apemsa, que ha presentado la declaración anual de vertidos de 2016 ante la Delegación de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en Cádiz, con tan solo seis muestras no conformes de un total de 397.
Así, La Puntilla, Santa Catalina en el tramo comprendido entre Vistahermosa y Las Redes, Fuentebravía y Valdelagrana, lucirán este verano el galardón que supone la calidad de las aguas del litoral portuense y la prestación de una serie de servicios a los usuarios por parte de la administración local.
Las Banderas Azules se conceden tras una serie de criterios. En la web de la ADEAC (Asociación De Educación Ambiental y del Consumidor), que se define como una asociación sin ánimo de lucro, se establece que “una playa puede ser candidata a Bandera Azul si ha sido designada oficialmente a nivel nacional como una zona de baño con, al menos, un punto de muestreo para el análisis de sus aguas de baño. El nombre y los límites físicos de la playa deben responder a los reconocidos oficialmente. La playa debe contar con las instalaciones y estándares exigidos para cumplir los criterios Bandera Azul. Para que la playa pueda ser galardonada por el Jurado Internacional, es necesario que ADEAC la haya visitado durante la temporada de baños anterior y se haya emitido el informe pertinente”.
A la concesión de este reconocimiento, que se comenzó a gestionar a finales de 2016 debido a la candidatura de los municipios que intentan optar a estos galardones, ha contribuido el cumplimiento de los criterios establecidos. Entre ellos están la exposición al público de información sobre los ecosistemas litorales, espacios naturales sensibles (Espacios Naturales Protegidos) y especies protegidas en esa zona costera; debe estar expuesta la información actualizada sobre la calidad de las aguas de baño, también la información sobre el Programa Bandera Azul y otros programas de la FEE (Foundation for Environmental Education). Se valora también que las normas locales de utilización de la playa deben ser fácilmente accesibles al público y estar a su disposición cuando las soliciten. El código de conducta que debe seguirse en la playa y su entorno, deberá estar expuesto en la misma. El Ayuntamiento debe demostrar que se ofrecen al público, como mínimo, cinco actividades de información y educación ambiental.
Con respecto al análisis de aguas, cada playa debe tener, al menos, un punto de muestreo y, lo que es más importante, el número y ubicación de los puntos de muestreo debe reflejar, tanto la concentración de bañistas a lo largo de la playa, como las fuentes potenciales de contaminación que puedan afectar a la calidad del agua de baño de la playa. Se exige también la ausencia de vertidos de aguas residuales industriales, así como cualquier otro tipo de vertido no autorizado o que contenga sustancias contaminantes y afecten o la playa o a su entorno.
Otro factor importante es que el municipio debe cumplir los requisitos establecidos para el tratamiento y posterior vertido de las aguas residuales urbanas. Además, las playas deben estar limpias y debe existir una correcta instalación, mantenimiento y vaciado regular de un número adecuado de papeleras y contenedores. También deben existir sanitarios adecuados y limpios, sin vertidos incontrolados o ilegales de sus aguas residuales.
Con respecto a los animales, destaca la prohibición de animales domésticos en la playa. Las normas locales referentes a la limitación de perros, caballos y otros animales domésticos en la playa, deben ser estrictamente respetadas y su acceso o actividad rigurosamente controlados.
En materia de seguridad, se exige la presencia de socorristas acuáticos contratados con certificación profesional en espacios acuáticos naturales en cada playa, durante la temporada de baño, encargados de las labores de salvamento y socorrismo. Se puntúa también la existencia de equipos de salvamento adecuados y claramente señalizados en la playa, incluyendo instrucciones sobre su modo de empleo.
Por todo ello, la gerencia de Apemsa ya realizó un balance satisfactorio, confiando en que este año no se suscite ninguna polémica sobre el funcionamiento de la depuración de las aguas residuales de El Puerto, ya que las playas vuelven a contar con su bandera azul.