Cinco horas sirvieron para recordar nuevamente el final que tiene el proyecto polémico de los aparcamientos subterráneos. Esta vez fueron los actores principales en cuestión los que volvieron a retratar que la paralización de las obras tendrá un coste y unas consecuencias en las que El Puerto difícilmente podrá hacer frente.
Y que estos habrá que construirlos sí o sí. El equipo de Gobierno sigue agotando y prolongando un final ya previsto y se prepara para lo que se le viene encima.
Y es que acatarlos es perder su baza electoral y renunciar a ellos es pagar un duro peaje. Ayer estuvieron en Sevilla el Banco Europeo de Inversiones (BEI), GED Capital, Junta de Andalucía y tripartito, los que volvieron a informar de la situación real. Muchos ataques al anterior equipo de Gobierno y ninguna propuesta para solventar la cuestión.
El miércoles habrá una nueva reunión, un encuentro que volverá a prolongar un desenlace que parece ya predestinado y predecible y ante que lo poco o nada que parece frenar su sino. Un día antes, ante una asamblea de ciudadanos, el tripartito, dentro de su interpretación de la transparencia, vuelve a usar una quedada para explicar la cuestión.
Una de tal calado, y que para el caso de no afrontar puede colocar al Consistorio en una tesitura cuanto menos preocupante, y en una más que probable quiebra técnica.