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El Puerto

El fin justifica los medios

En un partido para olvidar, el Racing empató a cero goles con el Mairena y se coloca a un punto escaso de las posiciones más altas.

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  • Las bajas y el rival condicionaron el pobre juego presenciado. -

Un punto y gracias, pero que acerca a los portuenses a estar encaramado en la sexta posición a un punto escaso de los play off de ascenso. El Racing Portuense, que acudía al encuentro en cuatro debido a las incontables bajas que acumulaba, empató a cero goles frente a un Mairena que dio por bueno las tablas.

Cuando en un mismo partido se juntan almas gemelas: equipos pocos realizadores y con una resolución defensiva importante, se combinan todos los ingredientes para que el marcador termine como empezó. Hasta el propio trencilla quiso que el sufrimiento a padecer fuese lo más pronto y liviano posible, y adelantó en cinco minutos el comienzo del choque.

Un partido que no pasará a los anales del buen juego debido al encorsetamiento tácticos impuesto desde los minutos iniciales por ambos técnicos y que terminó como empezó.

Las alegrías dabas por los de Mere en partidos anteriores, encontró más reservas de lo habitual ante un choque que deparaba mucho respeto ante un rival que continúa invicto a domicilio.

De las pocas lecturas a destacar, Ismael suma ya 360 minutos sin encajar un gol. Del mismo modo, hasta siete futbolistas portuenses acabaron sobre el mojado césped. La ocasión más clara gozada por los racinguistas tuvo el sello de Elías, que con un zapatazo envenenado en la frontal del área, hizo intervenir a Nico en un balón que se encaminaba al fondo de la red.

Minutos antes, el mejor del partido, Galiano, tuvo en su cabeza otr0 acercamiento a destacar y nuevamente el meta sevillano, atrapó sin problemas. Destacar a Fito que se revolvió disparando alto del marco del portal rojiblanco.

Luz entre tinieblas

El debut de Rafi Cruz y la reaparición de Matallanas, a falta de cinco minutos, resultaron ser los detalles a destacar en una segunda mitad que se fue apagando al igual que la negra tarde otoñal.

Los nuevos brios con los que salieron los locales terminó en un querer y no poder, con muchas interrupciones y un juego previsible y gris. La ausencia de Benítez recordó la falta de creatividad con la que discurrió el partido. Ya en el tramo final y cuando ambos daban por bueno el empate, Expósito por partida doble no encontró la lucidez que sí halló ante el Arcos.

Tras controlar en carrera, disparó lejos del portal mairenero. La segunda, lanzó alto tras un pase de la muerte. Un punto que acerca un sueño.

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