Hay vidas que se distinguen por el coraje, la confianza y la pasión. Tres palabras enormes que cobran mayor dimensión si las aplicamos a una jinete con diversidad funcional como Carmen, que comenzó en la hípica como terapia asistida y se ha terminado convirtiendo en toda una Campeona de Andalucía.
La portuense tiene una discapacidad de 44% y una parálisis cerebral diagnosticada como hiparexia derecha con predominio braquial, algo que hizo que los inicios de Carmen en la equitación no fuesen nada fácil. Una dificultad que ha podido superar gracias a sus entrenadores, Susana y José Carlos de la Escuela Hípica La Cuadra.
“Pese a sus limitaciones siempre lo intenta y lo intenta hasta que lo consigue”, explica su entrenadora.
Unas palabras que emocionan a sus padres, que explican con gratitud: “ En el mundo actual en el que la integración es más bien escaparate, aquí se ha visto que es una realidad”. Todo un logro que no hubiera conseguido sin su yegua, Ginebra, que se ha convertido en una extensión más de su cuerpo. De la mano han conseguido superar barreras que pensaban imposibles.
“Es muy importante para mí, aunque no le traiga zanahorias”, añade la joven entre risas. Desde que practica hípica, Carmen ha mejorado su autoestima, su concentración, su equilibrio pero sobre todo la forma de relacionarse con los demás. Carmen es de esas personas que convierten las dificultades en oportunidades. Sin duda, un ejemplo de superación.
