Este año quería que las vísperas las vivieses con Dolores, Prendimiento y Soberano.
Que lo vieses por El Puerto el Domingo de Ramos montado en su borriquita; contarte que en calle Cielo le hacían pupa al Señor.
El Lunes Santo cargando con su cruz un buen hombre lo ayudó para seguir el camino hacia nuestra salvación.
En la tarde del Martes Santo el que derramaba Misericordia en la cruz pronto lo verías Cautivo por el Barrio Alto; ese martes del Dolor tan especial para tu padre, gracias a que tu abuelo desde chico le enseñó a quererlo y que quería que tú vivieses por primera vez.
El miércoles bajar a ver al Señor Orante ante un Ángel dorado y tres Apóstoles bajo un olivo acurrucados.
El Jueves Santo enseñarte quienes son Barrabás y Martillo, esos que al Señor Humilde le preparan su cruz.
La mañana del Viernes Santo ver al Cristo Nazareno que por San Sebastián asoma y todo un pueblo en Plaza España lo espera.
En la tarde del Viernes Santo ver el verde de Veracruz con un guion que impresiona y al Cristo que duerme en una urna de plata en una noche cerrada.
Que vieses los palios con bambalinas al viento, que olieses el incienso, las bandas escucharas y el sonido de la horquilla que a tu Virgen del Dolor por las calles acompaña.
El Domingo de Resurrección vestida de monaguilla, en los brazos de tu padre, poder salir a la calle a anunciar con campanas que Cristo se ha despertado y a todos nos ha salvado, y que la Alegría sonríe cuando de la buena nueva se ha enterado.
Pero hay que esperar pequeña, solo un poquito más, todo un año por delante para seguir enseñándote a la Semana Santa amar, pedir a tus Titulares que la salud para todos no falte jamás, con marchas para dormirte y visitas a la Prioral.
