La iglesia de estos cuarteteros vuelve a abrir las puertas en la Gran Final. Repiten todos los sketches en parodia y tema libre, además de no traer bien preparados los cuplés, en los que mascan letras, dejando a un único componente defendiendo el primer cuplé.
Pase bastante plano de estos jóvenes carnavaleros a los que no les ha acompañado ni siquiera su característica fuerza de interpretación, dando la impresión por momentos que para ellos clasificarse para la final ya era suficiente premio.