En esta ocasión, en la celebración del bautismo reconoce que el niño es hijo de Kichi. Su parecido con sus gestos es cuanto menos parecido. Su futuro es igual, impredecible
El cuarteto de “los niños” bendice una nueva actuación que desborda todo el ingenio con una parodia que se desarrolla en una Iglesia, con unos personajes disparatados.
En esta ocasión, en la celebración del bautismo reconoce que el niño es hijo de Kichi. Su parecido con sus gestos es cuanto menos parecido. Su futuro es igual, impredecible.
“El enrollao” luce en una hornacina y escucha un tema libre en el que aparece la Pantoja con un Kiko Rivera, en el que confiesa todos sus pecados. Innumerables pero a cuál más ocurrente. Se despiden a lo grande.