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El Gallinero

Una batalla de coplas para las semifinales

Pepito Martínez deleita con dos pasodobles en que reafirma su calidad. Los hermanos Molina ponen el Falla bocabajo y entra en las quinielas para ser la gran sorpresa

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La primera semifinal del COAC sirvió para saborear un pase que valió la pena degustar de principio a fin. La primera de la penúltima fase derrochó categoría en una de las que a priori era la más floja de las tres.

Eso era la teoría. La práctica resultó ser auténtica. Todas las semifinales lo son. Todo un carrusel de coplas que fueron desfilando sobre las tablas del Gran Teatro Falla que dejaron toda la carne en el asador ante una final que se muestra más reñida -al menos en comparsa se refiere- de los últimos años, a pesar de tener hasta cuatro representantes por cada modalidad.

Solo Pepito Martínez podría colocar con maestría una cuarteta al ritmo de Queen en el popurrí. Dos pasodobles de altura complican más aún la decisión final. Germán Rendón, que al fin encontró el premio a la constancia, reafirmó su recompensa.

Eso en comparsas. Si hay dos coros que aglutinan más presencia en las últimas finales en los últimos años son Julio Pardo y Faly Pastrana. Los dos dejaron buena muestra de que apuntan a lo máximo.

A ritmo de 3x4, los chiclaneros de los hermanos Molina saborearon sin duda su momento mágico y el lugar que han ido labrándose en los últimos años. No descartan seguir haciendo historia. Mérito y justicia 100%.

 

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