España está rota, eso ya es un hecho. Pero no está rota por Cataluña, está rota por la mitad, y lo más paradójico es que la han roto los que supuestamente pelean por su unidad. La unidad de España se la ha cargado la derecha, que lo que anhela realmente no es la unidad del país, sino la unicidad del país.
Que España sea una, no que esté unida. Y que esa una sea además la suya, la de toda la vida. Esa es la única idea que hay en sus cabezas, España, una y suya. Punto pelota. Y ahí no encajan los rojos, ni las feministas, ni los inmigrantes, ni los gays, ni otras lenguas, ni otras culturas, ni otras creencias, ni el diálogo, ni el ecologismo, ni nada que no sea una copia exacta de ellos mismos. Una España con un solo color, con una sola voz y con una sola idea. Y todo lo que se salga de ese molde es basura despreciable, escoria. Traidores, etarras, ladrones, felones, golpistas, todos los insultos son pocos e insuficientes.
Pero esta estrategia suya no es más que el producto de un cerebro con una única idea. Es decir, es algo muy torpe y poco inteligente. Cuanto más insultan y amenazan, más repulsión y más miedo nos provocan. Y cuanto más miedo y más repulsión provocan, más ganas tenemos de ir a votar a la izquierda, loca y desenfrenadamente. Con esta estrategia van a conseguir que en los próximos dos milenios ni un solo votante de izquierdas se quede en casa un día de elecciones, algo que creíamos imposible. Es más, van a lograr algo aún más impensable, van a lograr la unidad de la izquierda. Van a conseguir que los partidos de izquierdas se entiendan y se respeten y sean capaces de pactar, por fin. Y, por eso si eso fuera poco, van a conseguir incluso acabar con el prestigio de la monarquía. Todo lo que la izquierda tanto ha tratado de conseguir sin éxito, por años, lo va a conseguir ahora esta derecha cazurra y grosera. Y quizá no era esta la forma en que esperábamos lograrlo, pero no hay que ser tiquismiquis y hay que saber ser agradecidos.
Gracias Casado, gracias Abascal y gracias Arrimadas por enseñarles el camino. Habéis hecho un gran servicio a España. Esta vez sí. Gracias de corazón.
