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Deportes

"Me puse a temblar cuando cogí el teléfono y era la Fundación Princesa de Asturias"

La nadadora española Teresa Perales reconoce que se puso a "temblar" cuando supo que le concedían el galardón de Deportes

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  • Teresa Perales. -

La nadadora española Teresa Perales reconoce que se puso a "temblar" cuando cogió el teléfono el pasado 2 de junio y vio que la llamada era de la Fundación Princesa de Asturias para comunicarle que le concedían el galardón de Deportes, un reconocimiento "muy especial, compartido con todo el deporte con discapacidad y con todas las deportistas femeninas y mamás" y "un motor" para seguir "soñando" con estar en el podio en Tokyo 2020.

"Me enteré en el mismo momento, dos minutos antes de que lo anunciaran. No tenía ni idea de que estaba propuesta, pero me dijeron que me llamaban de la Fundación y ya se me subió el corazón, me puse a temblar y con ganas de llorar. Me contuve lo justo y rompí a llorar como una boba", confesó Perales en una entrevista a Europa Press.

La aragonesa, que recibió más felicitaciones que "en todos los cumpleaños" juntos de su vida, se encontraba "muy bien y con mucha felicidad" en el momento de esta llamada, un día después de la concesión del galardón. "Ahora estoy como más tranquila, dentro de lo que cabe. Ya lo he podido reposar y 'ostras', aún así no me lo creo", expresó entonces. 630 'wasaps' y 177 llamadas perdidas se agolpaban entonces en su teléfono móvil. "Tengo mucho trabajo por delante para contentar a toda la gente que con tanto cariño me ha enviado un mensaje", apuntó.

Perales, ganadora de 26 medallas en Juegos Paralímpicos, recuerda que había estado nominada "varias veces" y que en 2013 se había quedado "a un voto" del golfista José María Olazabal. "Estaba ahí, pero no llegaba nunca y ahora ha sido muy especial", afirmó la zaragozana, de 46 años.

"Por encima de todo, me lo dan a mí por personificarlo en alguien, pero lo recibo con todo el amor del mundo compartido con todo el deporte paralímpico y los deportistas con discapacidad, pero también con las mamás, las mamás deportistas y las deportistas femeninas, que nos cuesta encontrar un 'huequecito' en los medios y esto da un empujón muy importante", remarcó.

Además, la laureada nadadora subrayó que "sólo siete mujeres han ganado este premio en toda la historia y nunca antes nadie con una discapacidad". "También soy la primera aragonesa y todo es como romper una barrera tras otra. Han creído que cumplía con los valores del premio y lo agradezco, pero son valores compartidos con mucha, mucha gente", aseguró.

Lo que desea con muchas ganas es que pueda recibir el galardón en el Teatro Campoamor de Oviedo y con presencia de gente, después de que la pandemia lo redujese a un acto casi simbólico en la anterior edición. "Creo que va a ser presencial y es algo que me hace una ilusión loca. Siempre ha sido una cita por excelencia en mi casa y poderlo vivir en persona como una de las protagonistas.... Espero por favor que sea presencial y con todo el mundo, aunque aguantar las lágrimas y la compostura será lo más difícil", admitió.

"ESTO ES COMO UN MOTOR, SIGO SOÑANDO CON ESTAR EN EL PODIO EN TOKIO"

"Esto es un suma y sigue, pero no sé si hay algo después de esto, creo que no hay nada más", añadió Perales, que entre sus numerosos reconocimientos también tiene la Gran Cruz del Mérito Deportivo y que tiene claro que, de cara a Tokyo 2020, este premio es como le pusieran "un motor".

Y es que, pese a una inoportuna lesión en el hombro en el pasado Europeo, la española no renuncia a nada en la capital japonesa. "Sigo soñando, aunque esto se haya puesto un poco cuesta arriba porque lesionarse a poco de los Juegos no es lo mejor del mundo, pero no es imposible, y como no es imposible, voy a estar ahí. Sigo soñando con estar en el podio y llevo toda mi vida entrenando para este momento. Lo quiero disfrutar y hasta ese mismo día voy a estar dejándome la piel", advirtió.

De todos modos, no esconde que le va a "costar" competir en los Juegos sin la presencia de público y, sobre todo, con la de su familia. "Cuando me subo al poyete, me gusta mirar a la grada y localizar a mi familia y verles la cara con los nervios y la emoción. Va a ser duro, pero bendita la oportunidad de poder competir y estar ahí", recalcó Perales, cuyo programa en Tokio se limitará a los 50 espalda y 100 libre de la clase S5, y a los relevos 4x50 libre y 4x100 estilos.

Para la nadadora, pese a su enorme palmarés, "es una pregunta muy difícil de responder por la protagonista" el si ella u otro deportista con discapacidad tendría que entrar en esa terna de la que se habla en ocasiones de los mejores deportistas españoles de la historia.

"Lo que sí puedo decir es que hasta que no logré la medalla 22 me conocían en mi casa y Zaragoza", puntualizó sobre un logro que le igualaba entonces con los metales olímpicos que había conseguido Michael Phelps, lo que hizo que aumentase su popularidad.

"Pero ahora han cambiado mucho las cosas y si hablamos de igualdad, creo que hay un elemento clave que es a nivel de patrocinio. Yo, internacionalmente, formo parte del 'Team Visa' y el contrato que firmamos no hace distinciones entre olímpicos y paralímpicos, y hay pocas entidades que hacen esto, pero poco a poco lo vamos cambiando", celebró en relación a uno de sus patrocinadores.

Por ello, da las gracias a los que apuestan por el deporte con discapacidad. "Con el Plan ADOP han entrado empresas muy firmes en su compromiso y pese a que para ellas han sido un mazazo y un trastorno lo de la pandemia, lo primero que nos dijeron fue que estuviésemos tranquilos y que nos seguirían apoyando. Eso ha sido una tranquilidad importante", sentenció.

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