El Atlético de Madrid se impuso al Real Madrid (1-2) en un partido perteneciente a la tercera jornada de la Liga BBVA, en el que los hombres de Simeone volvieron a mostrar que en estos momentos tienen tomada la medida a los madridistas, que no acaban de saber como superar al conjunto rojiblanco, y en el que el turco Arda Turán fue decisivo.
No jugó mal durante gran parte del partido el Real Madrid, de hecho por momentos desplegó un buen fútbol. Sin embargo parece que con el Atlético de Madrid han dado con la horma de su zapato. Los rojiblancos sumaron con este tres partidos consecutivos sin perder ante los blancos. Esta vez un corner, como siempre, y los cambios de Simeone fueron decisivos.
La primera mitad comenzó según el guión previsto. El Atlético de Madrid se replegó en su campo, juntó dos líneas de cuatro y dejó a Mandzukic y Raúl Jiménez por delante dificultando el primer pase del Madrid. Los blancos de inicio no supieron abrir la defensa planteada por Simeone e insistieron en jugar por el centro. Todo muy similar a los partidos de la Supercopa de España.
Así se mantuvo el partido en los instantes iniciales, fue todo tan parecido a lo visto en los últimos derbis que, como no podía ser de otra forma, el gol visitante llegó a la salida de un corner. Corría el minuto 10 cuando los atléticos aprovecharon una jugada que les sale a la perfección. Esta vez el balón lo botó Koke y el remate lo realizó al primer palo Tiago. Nuevo gol de córner de los colchoneros y nuevo gol que recibió a la salida de un saque de esquina el Real Madrid, nada nuevo.
Hasta ahí y en los instantes siguientes el Atlético estaba mejor plantado sobre el césped del Bernabéu, sin llegar a crear claras ocasiones de gol en jugada, pero acercándose a las inmediaciones del área de un Casillas que a raíz del gol fue silbado por su público.
Sin embargo, el rumbo del partido cambió a mediados del primer acto. El Real Madrid de la mano de Kroos y Modric empezó a mover con más rapidez el balón, a estos les acompañó la línea de tres formada este sábado por James, Bale y Cristiano Ronaldo. Los tres comenzaron a intercambiar posiciones y a generar superioridad en las bandas, especialmente en la derecha. Allí Siqueira, aún lejos del nivel de su antecesor Filipe Luis, vio como el galés y el portugués le encaraban constantemente.
En uno de esos envites el lateral derribó a Cristiano en el área, penalti que transformó el propio '7' madridista. Desde ese momento hasta el descanso se pudieron ver probablemente los mejores minutos del Madrid en lo que va de Liga. Con constantes llegadas por banda y con una velocidad en el juego que no se le había visto en lo que va de año. Llegaron entonces varias ocasiones claras de los blancos. Benzema tuvo dos, la primera la erró cuando estaba solo delante de Moyá a causa de un mal control, la segunda tras un gran centro de Cristiano se la sacó el portero tras un gran cabezazo picado.
Antes Moyá ya había sacado una falta lanzada por Bale, cuando el partido aún iba 0-1. El guardameta y Koke fueron los mejores de un Atlético que agradeció el descanso, pues no acabó de encontrarse cómodo en los últimos minutos de la primera parte.
Tras el descanso el choque se pareció más a los instantes iniciales de la primera parte que a los finales. Los de Simeone se recompusieron y comenzaron a llegar algo más al área rival, mientras que los de Ancelotti bajaron algo el listón. El técnico visitante realizó además dos cambios muy inteligentes, primero metió a Arda al campo y luego a Griezmann. El italiano por su parte hizo debutar a Chicharito a media hora del final.
Una de las cosas que distinguen a los grandes clubes de los menos grandes es su banquillo. Saber que los hombres de reserva te pueden cambiar un encuentro y en eso a día de hoy los actuales campeones de liga son de los mejores equipos de Europa. La entrada de Arda hizo virar el partido. El turco tiene más calidad en la uña del pie que muchos jugadores con ambas piernas.
Este sábado en el Bernabéu lo volvió a dejar claro. Desde que apareció en el juego todos los compañeros le buscaron y él no se escondió. Generó peligro constantemente y todo lo que hizo tuvo sentido. Además encontró en Koke y Griezmann a dos grandes aliados. Precisamente en una jugada iniciada por el francés nació el segundo gol de los visitantes. Un pase suyo le llegó a Juanfran que la metió al área donde Mandzukic la dejó pasar y el turco con mucha clase batió a Casillas (1-2).
Entonces el Madrid se fue arriba, con ímpetu y con un voluntarioso Isco que desde que entró se dejó ver, aunque le faltó acierto de cara a gol. El conjunto de Simeone por su parte tiro de oficio, no permitió a los locales llegar con claridad e incluso tuvo el 1-3 en las botas de Griezmann.
Al final victoria atlética que les sitúa con siete puntos de nueve en Liga y sobre todo que demuestra que el equipo del Manzanares le tiene tomada la medida a su eterno rival. Un Real Madrid que ha empezado la Liga de forma muy irregular y que se ha dejado ya, tras tres jornadas, seis puntos respecto al Barcelona y cuatro con el Atlético de Madrid.